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Con este dossier sobre Alquimia y Simbolismo en las Catedrales, Nueva Acrópolis continúa la publicación de los trabajos realizados por sus grupos de estudio en diferentes lugares de¡ mundo. Dada la aceptación de nuestro anterior trabajo La Alquimia en Nótre Dame, éste que ahora nos ocupa, contiene íntegro lo allí publicado y además incluye otros temas sobre: cómo se dio la implantación de¡ Arte Gótico; qué representa para el hombre la Catedral, la orientación sagrada los ritmos y simbolismo, la función de transmutación, el ritual y la liturgia que en ellas se opera. También presentamos las características particulares de las catedrales de Chartres, Troyes y Reims, así como la génesis de sus construcciones. Los trabajos originales se realizaron en francés bajo la supervisión de los profesores Femando Schwarz y Laura Winckier, del Instituto Internacional Hermes (Sección de Antropología). En ningún momento se ha pretendido agotar el simbolismo que encierran las catedrales y menos aún conducir por el camino alquímico que ellas muestran; hemos tratado de exponer, de forma detallada y sencilla los motores que impulsaron a los Constructores de la Edad Media a elevar esas grandiosas montañas sagradas que hoy destacan en nuestras ciudades, y ver que la alquimia, música, proporciones y luces del Arte Gótico en ellas plasmado, permitió que el hombre tuviera la posibilidad de vivir una dimensión cósmica de las cosas cotidianas. La Modernidad nos ha habituado a grandes transformaciones: transformaciones del modo de vida, del paísaje urbano, de la sociedad. A pesar de estos innumerables cambios que han modificado incluso el paisaje del planeta, aparece un cierto desaliento traducido por la amargura o la falta de fe en nuestros semejantes; y es que alguna de las grandes esperanzas de la Modernidad, a pesar de todos nuestros anhelos, no se ha realizado verdaderamente. El hambre en el mundo persiste, el odio entre los pueblos continúa, la libertad queda todavía como un sueño para miles de seres humanos; la desigualdad no ha sido vencida. La riqueza de nuestras potencias occidentales no ha podido impedir la crisis de nuestras sociedades urbanas. En fin, a pesar de todas estas transformaciones, parecería que nada de lo esencial hubiera cambiado. Quizás la causa esté implícitamente incluida en esta voluntad de transformar, olvidando que la transformación es un cambio de aspecto, de forma, por tanto, de apariencia: todo lo contrario de la transmutación. El sentido de la transmutación es el de un cambio de naturaleza, es decir, un adelantamiento en el camino. Este es, realmente, el sentido oculto de la Alquimia. La Alquimia se dirige a un cambio interior de las estructuras y no simplemente a un cambio de las relaciones exteriores. La Catedral transmuta al hombre profano en hombre sagrado. Es este sentido de la Alquimia el que la Edad Media supo encarnar en Francia, y que nosotros vamos a intentar redescubrir y recrear aquí. Se trata de recordamos los métodos y los medios que puedan permitirnos hoy, rebasar el sentido exterior de las transformaciones y transmutarnos en nuestros propios ideales y sueños. |
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