La escritura había nacido en Sumer y en Elam por la necesidad de
anotar las riquezas de las ciudades que se organizaron durante el IV
milenio. Lentamente, durante los siglos siguientes, los escribas, más
dibujantes que escritores, mejoraron este invento. Hacia el 2600, la
escritura estaba suficientemente desarrollada para permitir una
redacción, propiamente dicha, lo cual dio impulso a la primera burocracia
conocida.
En Shuruppack, ciudad muy antigua de antes del diluvio, cuna
del Neo-sumerio, una escuela de escribas redactó sus documentos de una
forma aún rudimentaria, más bien como memorias de las operaciones
contables. Tenemos aquí el acta de venta de un esclavo masculino y de
una casa de esta ciudad. El escriba ha anotado cuidadosamente la
superficie, que equivale a 54 mts², y ha enumerado los seis testigos
jóvenes, garantes de la venta. La palabra testigo es un buen
ejemplo de la lengua y de la escritura de los sumerios de esta época.
Se escribe con tres signos:
1) LU, hombre: del cual podemos ver la silueta.
2) KI, tierra: representada como una parcela romboide.
3) INIM, palabra: esta noción abstracta ha sido expresada
por la imagen de la cabeza de formas geométricas, con su barba que
atrae la atención sobre la boca y sobre las palabras que salen de
ella.
Los signos pictográficos comienzan a ser esquemáticos, tomando cada
línea el aspecto de un clavo: la escritura se tornará pronto cuneiforme. |