Fotografia de la Pieza  

León

 

 

Susa (Irán).

Epoca aqueménida,

Siglo V a.C.

Original de bronce.

Museo del Louvre. París.

 

Alto: 8, ancho: 6, prof.: 16

 

Zirconio

105 €

 

Bronce

160 €

 

Los babilonios, así como sus vecinos los elamitas, daban a sus pesas la forma de un grueso pato de piedra.

Los asirios prefirieron realizar sus pesas en bronce, en forma de león recostado sobre un pedestal rectangular y con un asa que permitiera su manipulación. Una serie de éstos fue descubierta en Nínive (British Museum); el más bello procede de Jorsabad (Louvre); data de finales del siglo VIII. De la misma manera que se inspiraron en modelos asirios para la decoración de la puerta de Persépolis, los persas aqueménidas imitaron sus pesas. No tenemos más que un ejemplar, encontrado por Jacques de Morgan en las excavaciones de la Acrópolis de Susa. Pesa 121 Kgs.; como sus modelos, tiene un asa sobre su lomo. Pero contrariamente al nervioso león de Jorsabad, la fiera de Susa refleja por su estilización más lanzada, el ideal artístico de los persas: una potencia latente y segura de sí misma. La estilización decorativa es particularmente sensible en el tratamiento de la melena y de los ojos. Este magnífico ejemplo de escultura animalista simboliza el espíritu de una civilización heredera de un inmenso pasado, y sin embargo rico en originalidad.

Réplicas como ésta fueron realizadas en ocasión de las fiestas de Persépolis para ser ofrecidas a algunas personalidades.

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