Ganga es la diosa del río Ganges (que en hindú es femenino), el
río sagrado por excelencia de la India, de cuyas aguas se dice que
tienen el poder de purificar todos los pecados presentes, pasados y
futuros. Su nacimiento divino y aparición sobre la Tierra constituyen
un interesante relato del Ramayana. La historia es contada por el
santo Visvamitra a Râma y su hermano Lakshman, con quienes viajaba.
Cuando llegaron a las orillas de la sagrada corriente se bañaron en
ella, como ordenan las escrituras, y ofrecieron las oblaciones debidas;
después se sentaron y Râma dijo:
«Oh santo, anhelo aprender la historia del sagrado Ganges».
Apremiado de este modo, Visvamitra contó a ambos el nacimiento de
Ganga y su crecimiento:
«La poderosa montaña que almacena nobles metales, el Himalaya (en
sánscrito: «mansión de nieve»), es el Señor de las Montañas y
el padre de dos hermosas hijas, las más bellas entre las bellas.Su
madre, hija del deseo de Meru, la montaña eterna, fue Mena, la amada
del Himalaya, agraciada con la belleza de su delicado talle. Ganga
nació primero; luego vino la hermosura conocida con el nombre de Uma.
Luego, todos los dioses del Cielo, necesitados de que Ganga sus dones
les brindara, vinieron al Himalaya y pidieron al rey de la montaña
que les cediera su doncella. Él, que no descuida el bienestar de los
tres mundos, entregó con sagrado celo su hija a los inmortales: el
Ganges, cuyas aguas purifican y salvan, que corre sin cesar, bello y
libre, hasta el mar, purificando a todos los pecadores. Obtenido de
este modo el Ganges sagrado, los dioses regresaron a sus moradas
celestiales».
También se conoce a Ganga por Varanadi («excelente río»),
Devabhuti («que mana del Cielo»), Harasekhara («cresta de
Siva»), Mandakini («que corre gentil»), etc.
Es conocida la tradición de los hindúes de bañarse en las aguas
purificadoras del Ganges, y ensuciarlas se considera un gran ultraje al
sentimiento religioso, como se demostró en la revolución ocurrida en
Benarés en el año 1909. Además de esta cualidad purificadora, en su
sentido simbólico el río representa el «flujo de las formas», «la
muerte y la renovación»; en el aspecto cósmico se habla de un gran
río de donde todo viene y a donde todo va. Tal sentido se ha
atribuido también a otros ríos, como el Tíber (Italia), el Jordán
(Palestina), el Boyne (o Boand, Irlanda), el Severn (Gran
Bretaña), etc.
En el sur de la India se representa a Ganga en forma de sirena,
flotando en la superficie del agua y con las manos juntas en actitud
orante; en su cabeza lleva una corona y en la frente la marca de Siva
hecha con cenizas, y toda ella está cubierta de joyas. En Bengala se la
representa generalmente como una mujer joven, coronada, sentada sobre el
monstruo marino Makara (especie de cocodrilo), y teniendo en su
mano derecha un lirio de agua y en la izquierda un laúd.
En la pieza que aquí presentamos la diosa Ganga está de pie sobre
una base recubierta con pétalos de flor de loto, bajo «el árbol de
las mercedes celestiales». Aparece bellamente adornada con pendientes,
collares, pulseras, brazaletes, etc.; los dedos de sus manos están
representando algún mudra, a la vez que sostiene una especie de
cántaro; y la parte inferior de su cuerpo está recorrida por
ondulaciones, sugiriendo y evocando la corriente del agua. En suma, nos
hallamos ante una elegante figura, delicadamente labrada, que constituye
una de las mejores obras del estilo Sena. |