Fotografia de la Pieza  

Cabeza

de siva

 

 

India.  Arte Pala.

Nalanda.  Bihar.

Siglos IX-X

 

Alto: 11, ancho: 5, prof.: 4

 

Mármol

(sin metacrilato)

35 €

(sobre metacrilato)

75 €

 

El desarrollo del hinduismo de la época Gupta se acentuó en el período siguiente, conocido como la Edad Media de la India.A este período perteneció el arte Pala, cuya producción artística estuvo dedicada completamente a temas hinduistas.

Al principio las formas no diferían mucho de las adoptadas por el arte Búdico, por lo que a menudo es difícil atribuir a una de las dos corrientes las obras que carecen de la representación de detalles específicos. No obstante, a medida que el hinduismo fue imponiéndose, impulsó el nacimiento de una nueva iconografía y de un estilo que expresaba los dogmas de la religión hindú, muy diferente de la budista.

En un principio este estilo mostraba en sus figuras una gorda y blanda carnosidad. Las estelas, bastante sencillas, estaban redondeadas en el extemo superior y las figuras eran pesadas, pero de actitud natural y de aspecto benigno.  En el siglo X, vestiduras, ornato y fondo se hacen más majestuosos, los cuerpos delgados aunque vigorosos, y los rostros se alargan cargándose de intensa vida.

En fin, las estatuas Pala son admirables por la elegancia de las siluetas, el encanto de los rostros y la delicadeza de los ropajes.  Al lado de unas admirables imágenes de Buda existe una rica iconografía brahmánica. Los bronces Pala figuran entre los más bellos de la India, al tiempo que ejercieron una considerable influencia en el arte de Nepal y en el arte birmano.

Un movimiento de religiosidad popular suscitado por las predicaciones en lengua tamil de los santos Nayanar y Alvar, despertó una devoción apasionada, ora por Siva ora por Visnú.  A pesar de los frecuentes conflictos que surgían entre los fieles de una y otra divinidad, los unía una común actitud religiosa fundamental. Unos y otros creían que Dios es grande, glorioso y benéfico, que sus obras son maravillosas y que su esencia es el amor.  Incluso cuando Dios se manifiesta como Siva, el «Destructor», es tan infinitamente digno de veneración que sus criaturas no pueden dejar de entonar himnos en su glorificación, pues Él sólo destruye lo inservible.

La escultura Pala está tallada en la pizarra negro-azulada de la montaña Rajamahal, que es la única cantera del Ganges.  Esta cabeza de Siva presenta abultados mofletes, formas redondeadas, ojos entrecerrados y un peinado que nos hace recordar el estilo Gupta y, por tanto, que fue realizada en los primeros años del arte Pala.

© Taller HORUS