Es interesante comprobar que el arte medieval hindú conoció su
apogeo en la misma época que el arte medieval de Occidente, es decir,
entre los siglos X y XIII. Del mismo modo que el arte occidental estaba
al servicio del cristianismo y que sus más bellas creaciones son las
catedrales, el arte de la India trabajó casi exclusivamente para el
hinduismo, dotándolo de soberbios templos, erigidos en todo el país.
De manera convencional, se suele situar hacia el año 1000 un cambio
profundo en la vida y en el arte de la India. Sus causas históricas
son: en primer lugar, el funcionamiento del país, que tras la
hegemonía del reino de Thanesvara en todo el norte, cuyo final se hace
coincidir con la muerte del rey Harsa (año 647), al tiempo que en el
sur, los pallava alcanzaban su apogeo con Chalukya Pulakesin II, se
produjo un desmembramiento geográfico entre las dinastías del norte y
del sur, así como una etapa de gran inestabilidad política. En segundo
lugar, los musulmanes empezaron atacando el Sind y penetraron en Punjab
y Gujarat a fines del siglo X y principios del XI.
A mediados del siglo XI, el debilitamiento de los Gurjara Pratihara
hizo posible la subida al poder de Candradeva, fundador de la dinastía
Gahadevala, que reinó en Kanyakubja extendiendo su dominio hasta
Maghada, y estableció su poder en el norte. Fue esta época en la que,
al mismo tiempo que se ensalzaban las proezas militares, se favorecieron
las artes y el saber.
El hecho de que la mayoría de las esculturas de piedra de esta
época del arte hindú hayan sido concebidas como parte integrante de la
arquitectura sagrada, no resta nada a su valor artístico. En realidad,
casi todas las piezas conservadas en los museos y en las colecciones
particulares son fragmentos procedentes de la decoración de los
templos. Ciertamente es lamentable que hayan sido arrancadas del lugar
de origen, pero no es menos cierto que a menudo se puede gozar mejor de
su belleza contemplándolas como obras de arte autónomas.
Esta es una exquisita cabeza perteneciente a la escuela de
Gahadevala y originaria de Rajorgarh, con un complejo tocado y trenzas
hermosamente peinadas, adornadas con perlas, abundantes flores de todo
tipo y tiernos capullos.
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