Los Thaîs, pueblos originarios del sudoeste de China, aparecen en el
norte de Siam en el siglo IX; de resultas intentan la unificación del
país (siglo XIII) e instalan su capital en el norte, en Sukhot’ai.
Hacia la mitad del siglo XIII, los príncipes del sur se apoderan de
este vasto territorio que se llamará con el mismo nombre de su capital:
reino de Ayuthia, hasta que en 1767 una incursión birmana la destruye y
es sustituida por Bangkok.
Además de la arquitectura, hay una estatuaria de bronce ejecutada en
cera perdida desde el siglo XIII hasta el XIV, que ha contribuido
particularmente a la celebridad del arte Thaî: se trata de los Buddhas
alargados, con el rostro óvalo, los arcos superciliares y los labios
ricamente dibujados, de pie o sentado en meditación. A partir del siglo
XVI, este tipo de representación evoluciona un poco y una cierta
decadencia se manifiesta en el alargamiento excesivo de las formas y en
la aridez de las líneas.
Descubierto en Ayuthia, este Buddha de pie, por los motivos
decorativos de la corona y de la ropa, se emparenta con la escuela del
Chiangsaen tardío (a partir del siglo XVI).
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