La
escultura búdica gupta tuvo dos principales escuelas, la de Mathura y
la de Sarnath. Situado a unos 6 km de Benarés, Sarnath constituye uno
de los centros religiosos más importantes de la India, y uno de los
cuatro lugares sagrados del budismo, ya que fue allí donde Buda
pronunció su primer sermón. También fue en Sarnath donde el Buda
fundó las bases de la regla de los monjes budistas, el shangha,
compuesto de sesenta miembros en sus comienzos.
En los primeros tiempos del budismo sólo se representaba al Buda
mediante símbolos (por ejemplo, un trono vacío adornado con ruedas del
Dharma, en cuya base se ven dos huellas de pie), puesto que no se
consideraba correcto dar forma humana a un Ser Iluminado. Pero con el
paso del tiempo, hacia el siglo II, surgió la necesidad de
representarlo con forma humana, para que actuara como foco de devoción.
En el budismo, como en otras religiones, las imágenes y
representaciones artísticas sirven al menos como recordatorio de las
cualidades espirituales de los seres santos, y ayudan también a
estimular el surgimiento de esas cualidades en quienes las contemplan.
Los talleres de Sarnath crearon un tipo de Buda muy
característico, de forma humana idealizada, cuyo mejor ejemplo
quizás sea el Buda sentado que aquí presentamos. El cuerpo aparece
erguido, sin rigidez, y el modo de tratar los pies, los brazos, y las
manos demuestra una gran maestría. La serenidad búdica se aprecia
sobre todo en el rostro, que ha creado la tradición, y al que los
artistas dedicaron una especial atención. El óvalo es perfecto, los
ojos medio entornados, y los labios esbozan una media sonrisa que deja
presentir la alegría interior.
La idealización es extraordinaria. El personaje da una impresión
sobrehumana, porque Buda no pertenece ya a nuestro ciclo de dolor. Es
apreciable el gran tamaño de la aureola o nimbo que rodea su cabeza -un
gran mandala floral- adornado con genios volantes. Buda se halla
sentado sobre un trono Gupta, decorado por dos leones heráldicos
rampantes. Bajo el trono seis discípulos devotos rinden homenaje a la
Rueda de la Ley, vista de canto, y Buda hace el gesto de “girar la
rueda” (dharmachakra mudra). |