Fotografia de la Pieza  

Buda

medicinal

 

 

Nepal.

 

Alto: 28, ancho: 8, prof.: 12

 

Bronce

185 €

Bronce fundición

325 €

 

El arte de Nepal, como el de todos los reinos del Himalaya, es esencialmente religioso, búdico y más tarde hindú; dos filosofías que están a veces estrechamente unidas. No hay propiamente arte profano: los soberanos hicieron construir bellos palacios, pero todos los elementos decorativos recuerdan la primacía de la espiritualidad sobre lo temporal.

Los primeros modelos estéticos fueron introducidos por la India Gupta, como lo demuestran las esculturas en piedra de la época Licchavi. Es en los campos de la arquitectura y de la escultura en madera donde los nepaleses han demostrado el talento más original, aunque han sabido adaptar otras técnicas artísticas al servicio de esta arquitectura ampliamente decorada en bronces, pinturas murales y bajorrelieves en piedra.

Los nepaleses trabajaron sobre todo el bronce y el cobre, materiales que a menudo eran dorados y llevaban incrustaciones de piedras preciosas. El estilo de sus estatuas está inspirado en los modelos indos, especialmente en la escultura Pala del norte de la India, pero las formas contienen una mayor profusión de joyas y elementos decorativos.

La escultura nepalesa comenzó a practicarse muy tempranamente en una escuela floreciente que produjo obras religiosas muy bellas y expresivas mucho después de que la India dejara de esculpir imágenes búdicas. Los cabellos rizados, orejas y nariz alargadas, y la túnica, elaborada al estilo llamado «de paños mojados al modo clásico», de influencia helenística, nos hacen ver en esta escultura el estilo hindú. Esto no nos ha de sorprender puesto que sabemos que el arte hindú se extendió de forma considerable por casi todo el Oriente, y tanto más en Nepal, dada su proximidad con la India.

© Taller HORUS