Fotografia de la Pieza  

Buda

laosiano

 

 

Laos. Siglo XIX.

Original de piedra.

Museo Guimet. París.

 

Alto: 25, ancho: 18, prof.: 14

 

Zirconio-Bronce

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Este Buda de estilo laosiano representa el momento crucial de la última vida que el Buda Sakyamuni vivió entre los hombres en el siglo VI a.C.

En efecto, después de haber abandonado voluntariamente el palacio real de su padre y de haberse separado de su mujer y de su hijo, el príncipe Siddhârtha se retiró al bosque para meditar sobre la condición humana, sus desgracias, sus dolores, sus malestares e intentar encontrar remedio para ellos.

Sus reflexiones lo condujeron a comprender la causa esencial de los sufrimientos del hombre, la causa de la migración del alma humana a través de las múltiples reencarnaciones. Ya sólo le faltaba estructurar su razonamiento antes de volverlo accesible para todos los hombres y para demostrar que el deseo desencadena las causalidades, las cuales mantienen el ciclo indefinido de los renacimientos.

Entonces se sentó bajo el árbol de la Sabiduría. Pero inmediatamente fue asaltado por los ejércitos de un dios temible, Kâma, Amor, también llamado Mâra, Muerte, el cual pretendía conservar su imperio. Por su actitud impasible, por el valor inapelable de su concep­ción, el Buda Sakyamuni salió vencedor de esta primera confrontación con el que podemos considerar como el Demonio.

En señal de supremacía, apela al testimonio de la Tierra y tiende hacia ella su mano derecha: es el gesto aquí reproducido o Bhoumiparshamudra (bhoumi = tierra; mudra = gesto).

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