Esta pieza representa a Siddhârtha Gautama el Buda según el estilo
de Nepal, país donde hace aproximadamente 2.600 años, al pie del
Himalaya, nació por última vez en este mundo el que fue Maestro de
Sabiduría y fundador de la religión budista.
Después de haber abandonado voluntariamente el palacio real de su
padre y de haberse separado de su mujer y de su hijo, el príncipe
Siddhârtha se retiró al bosque para meditar sobre la condición
humana, sus desgracias, sus dolores, sus malestares, e intentar
encontrar remedio para ellos.Sus reflexiones le condujeron a comprender
la causa esencial de los sufrimientos del hombre, la causa de la
migración del alma humana a través de múltiples encarnaciones.
Ya sólo le faltaba estructurar su razonamiento antes de volverlo
accesible para todos los hombres y para demostrar que el deseo
desencadena las causalidades, las cuales mantienen el ciclo indefinido
de los renacimientos.
Entonces se sentó bajo el árbol de la Sabiduría. Pero
inmediatamente fue asaltado por los ejércitos de un dios temible, Kâma,
Amor, también llamado Mâra, Muerte, el cual
pretendía conservar su imperio. Por su actitud impasible, por el
valor inapelable de su concepción, el Buda Sakyamuni salió vencedor de
esta primera confrontación con el que podemos considerar como el
Demonio. En señal de supremacía, apela al testimonio de la
Tierra y tiende hacia ella su mano derecha: Es el gesto aquí
reproducido o Bhoumiparshamudra (bhumi = tierra; mudra =
gesto).
La pieza que aquí presentamos nos muestra a Buda sentado sobre un
trono adornado con pétalos de flor de loto. Planta simbólica por
excelencia, el loto representa aquí la naturaleza de Buda no afectada
por el entorno cenagoso del Samsara, de igual forma que la flor
de loto emerge de las aguas pantanosas sin mancharse con ellas.
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