Fotografia de la Pieza  

Buda

coronado

(relieve)

 

 

 

India. Estilo Pala. Bihar.

Siglos X - XI

 

Alto: 30, ancho: 20, prof.: 6

 

Mármol-Zirconio

150 €

 

A finales del siglo VIII apareció una dinastía de origen modesto, los Pala, que después de haber organizado su reino en Maghada y en Bengala, trataron de resucitar el Imperio Gupta. La constitución del reino de los Pratihara arruinó esta esperanza y a partir de entonces los Pala procuraron extender sus dominio hacia el este.

El arte Pala-Sena se caracteriza, fundamentalmente, por imágenes de culto en bronce o piedra, la mayoría destinados a la exportación hacia el sudeste asiático. Los principales talleres donde se realizaban las esculturas estaban en la Universidad Budista de Nalanda y de Bodh-Gaya, por lo que esta época es muy importante para el desarrollo de la iconografía budista. Su influencia se propagó a Tíbet, Nepal y Birmania.

Del mismo modo que el arte de Gandhara ha establecido, de una vez para siempre, las escenas tradicionales de la historia de Buda, el arte Gupta, con el Pala que le prosigue, ha constituido definitivamente el canon religioso y artístico de los gestos y actitudes búdicas.

Según los textos sagrados, Buda está representado generalmente en un trono de lotos. En esta actitud está sentado a lo hindú, con las piernas cruzadas de manera que hace reposar cada pie sobre el muslo opuesto.

El ademán más frecuente de las estatuas búdicas es el de la meditación, en el que las manos de Buda reposan sobre su seno, una sobre otra, apoyadas por la palma y con los dedos extendidos. Otro gesto, también muy frecuente, es el de la puesta en marcha de «la Rueda de la Ley»: las dos manos colocadas delante del pecho, la derecha vuelta hacia fuera, el pulgar y el índice unidos, la izquierda vuelta hacia dentro con el pulgar y el índice tocando los dedos de la otra mano.

Frecuentemente, estos gestos rituales se estudian sólo desde el punto de vista religioso, pero merecen también un cuidadoso estudio sus calidades estéticas propias, ya que nunca, efectivamente, el simbolismo de las manos se ha dado con tal espiritualidad.

Además de los gestos rituales de las piernas y de las manos, nos presentan a este Buda con corona y collar sobre su pecho, ¿son quizás estos adornos para recordar su vida de príncipe antes de alcanzar la Iluminación, como nos lo representan en otras esculturas?

También podemos apreciar cómo la figura está inscrita en una especie de hornacina, con un arco que nos recuerda los del estilo musulmán, ya que por esta época los musulmanes habían penetrado en la India.

© Taller HORUS