A finales del siglo VIII apareció una dinastía de origen modesto,
los Pala, que después de haber organizado su reino en Maghada y en
Bengala, trataron de resucitar el Imperio Gupta. La constitución del
reino de los Pratihara arruinó esta esperanza y a partir de entonces
los Pala procuraron extender sus dominio hacia el este.
El arte Pala-Sena se caracteriza, fundamentalmente, por imágenes de
culto en bronce o piedra, la mayoría destinados a la exportación hacia
el sudeste asiático. Los principales talleres donde se realizaban las
esculturas estaban en la Universidad Budista de Nalanda y de Bodh-Gaya,
por lo que esta época es muy importante para el desarrollo de la
iconografía budista. Su influencia se propagó a Tíbet, Nepal y
Birmania.
Del mismo modo que el arte de Gandhara ha establecido, de una vez
para siempre, las escenas tradicionales de la historia de Buda, el arte
Gupta, con el Pala que le prosigue, ha constituido definitivamente el
canon religioso y artístico de los gestos y actitudes búdicas.
Según los textos sagrados, Buda está representado generalmente en
un trono de lotos. En esta actitud está sentado a lo hindú, con las
piernas cruzadas de manera que hace reposar cada pie sobre el muslo
opuesto.
El ademán más frecuente de las estatuas búdicas es el de la
meditación, en el que las manos de Buda reposan sobre su seno, una
sobre otra, apoyadas por la palma y con los dedos extendidos. Otro
gesto, también muy frecuente, es el de la puesta en marcha de «la
Rueda de la Ley»: las dos manos colocadas delante del pecho, la derecha
vuelta hacia fuera, el pulgar y el índice unidos, la izquierda vuelta
hacia dentro con el pulgar y el índice tocando los dedos de la otra
mano.
Frecuentemente, estos gestos rituales se estudian sólo desde el
punto de vista religioso, pero merecen también un cuidadoso estudio sus
calidades estéticas propias, ya que nunca, efectivamente, el simbolismo
de las manos se ha dado con tal espiritualidad.
Además de los gestos rituales de las piernas y de las manos, nos
presentan a este Buda con corona y collar sobre su pecho, ¿son quizás
estos adornos para recordar su vida de príncipe antes de alcanzar la
Iluminación, como nos lo representan en otras esculturas?
También podemos apreciar cómo la figura está inscrita en una
especie de hornacina, con un arco que nos recuerda los del estilo
musulmán, ya que por esta época los musulmanes habían penetrado en la
India. |