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Máscara de

Agamenón

(Sobre metacrilato)

 

Cultura Micénica.

Original de oro.

Museo Nacional de Atenas

 

 

Alto: 10, ancho: 10

 

 

 

Bronce

95 €

Bronce-Fundición

(sobre metacrilato)

125 €

 

Agamenón es un personaje en el que la historia y el mito casi van unidos. A él se refiere Homero en la Ilíada, y también existen hallazgos arqueológicos que prueban su existencia histórica.

Rey de Micenas y de Argos, hijo de Atreo, nieto de Pelope, biznieto de Tántalo y de Aeropé, hermano de Menelao, se casó con Clite­mnestra de la que tuvo dos hijas, Ifigenia y Electra, y un hijo, Orestes.

Tuvo el mando en la expedición contra Troya, después del rapto de Helena por Paris. Él solo presentó 100 naves, aparte de 60 presentadas por los arcadios, apareciendo delante de Troya, según Homero, como uno de los héroes más valientes. Junto a él estaban Aquiles que venía del norte de Tesalia; Néstor, del Peloponeso; Ulises, de una isla del mar Jónico; Menelao, que se había impuesto como señor de Esparta por su casamiento con Helena; y los cretenses.

Sacrificó a su hija Ifigenia para aplacar la cólera de Diana (Artemisa) y hacer que cesaran los vientos contrarios que retenían la flota en Aulida (Beocia). Al regresar a su país, después de diez años de ausencia y de la caída de Troya, con su amante la profetisa Casandra -hija de Príamo, que le había tocado como botín de guerra-, fue asesinado por Egisto, primo suyo, que aprovechando su ausencia había llegado a ser el amante de Clitemnestra; aunque también hay quien supone que ésta, celosa de Casandra y rencorosa por el sacrificio de Ifigenia, fue la causante de su muerte. Posteriormente su hijo Orestes le vengó matando a Clitemnestra y a su amante. Estos trágicos acontecimientos formaron parte del argumento de la trilogía de Esquilo La Orestiada.

Agamenón es uno de los personajes más importantes que aparecen en la literatura clásica. Además de en la Ilíada de Homero y en La Orestiada  de Esquilo ya citadas, aparece en Ifigenia en Aulide de Eurípides, Electra de Sófocles, Egisto de Livio Andrónico, Clitemnestra de Nevio, Agamenón de Atio, Las Troyanas y Agamenón de Séneca, etc.; y está en la obra de autores posteriores, como Voltaire, Alejandro Dumas, padre, Alfieri, y otros. También se muestra en numerosas obras de arte, pinturas, cerámicas, etc.

La pieza que aquí nos ocupa fue descubierta por el arqueólogo Heinrich Schliemann en la necrópolis del «Agora» de Micenas, en el año 1876. Schliemann encontró un cementerio real completo: seis tumbas rectangulares excavadas en el suelo rocoso, que contenían diecinueve esqueletos y un riquísimo tesoro, sólo superado en cantidad y belleza por el que Carter encontró en la tumba de Tutankhamon.

Con un lenguaje artístico propio, el orfebre micénico ha pretendido reflejar la fisionomía de un hombre concreto y del modo más realista posible. Según se pudo deducir, la máscara -que estaba sobre el rostro de un esqueleto literalmente cubierto de oro- era del propio Agamenón, pues, entre otras cosas, la efigie barbada que representa se ajusta a la imagen que de Agamenón hace la Ilíada: “...llevaba la vestidura sumamente adornada y sus cabellos y barba rizados al estilo asirio...”. No obstante, esta hipótesis hay que admitirla con cautela, pues hay quien afirma que las tumbas del «Agora» de Micenas son muy anteriores a la segunda guerra de Troya, por lo que la máscara podría ser de un monarca mucho más antiguo.

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