leonidas  

Leonidas

 

 

 

Grecia.

Año 430 a.C.

 

Alto: 26, ancho: 15, prof.: 16

 

Bronce

305 €

Bronce fundición

425 €

 

Leónidas, rey de Esparta, pertenecía a la familia de los Agidas, era hijo del primer matrimonio de Anaxandrines y hermano y sucesor del rey Cleomines, con cuya hija Gorgo casó. Subió al trono de Esparta en el año 490, y durante su reinado, Jerjes, rey de Persia, invadió la península helénica y ocupó la Macedonia.

El Consejo federal griego acordó enviar un contingente de tropas escogidas a defender el paso de las Termópilas, estrecho desfiladero formado por el monte Oeta y el mar, que cerraba el paso de la Grecia propiamente dicha por el lado de la Tesalia, y cuya anchura en algunos puntos no permitía el paso de dos carros de frente. El mando del ejército fue confiado a Leónidas, quien con 300 espartanos marchó a cerrar el paso a los persas.

Este puñado de héroes, seguros de su muerte, antes de partir, celebraron sus propios funerales con juegos solemnes a los que asistieron sus familias; 7.000 griegos se unieron a los espartanos y con estas fuerzas esperó Leónidas a Jerjes en las Termópilas. Este, que en el espacio de un año no había visto en Grecia un enemigo, se admiró de que tan pocos hombres se atrevieran a resistir a los poderosos ejércitos persas. Invitó a Leónidas a que entregara las armas, y el espartano le contestó que fuera a tomarlas; el persa le prometió la primacía de Grecia y cuantos territorios quisiese, pero el rey de Esparta le contestó que estaban acostumbrados a conquistar las tierras con las armas, y no comprendiendo tanta heroicidad, le concedió un plazo de cuatro días para que se rindiera.

Pasado el plazo, los persas atacaron; el combate duró tres días, los griegos quedaron vencedores y los ejércitos de Jerjes, según Herodoto, perdieron 20.000 hombres. No obstante, un pastor del monte Oeta, llamado Efialtes, hizo traición a su patria enseñando a Jerjes un sendero por el cual sorprendería a los griegos por la espalda.

Leónidas al verse envuelto por los persas yviendo que los confederados griegos resolvieron retirarse, fiel a la leyes de Esparta, que le ordenaban morir antes que abandonar el puesto, quedó en las Termópilas con los 300 espartanos, y después de rechazar por cuatro veces al poderoso enemigo, cayó combatiendo. Sus compañeros de armas se dejaron matar alrededor de su cadáver. Esparta recibió la noticia por el único superviviente de la batalla y contestó por boca de sus magistrados que los espartanos no habían hecho más que cumplir con su deber. En el mismo lugar donde murieron estos héroes se levantó un monumento con esta inscripción, debida al poeta Alceo:

«Pasajero ve y di a Esparta que aquí hemos muerto por obedecer sus sagradas leyes.»

© Taller HORUS