Se trata de una de las piezas más bellas rescatadas durante la
excavación realizada en 1969 en la parte noroeste de la Basílica de
Bavay. Fue encontrada junto a otras 300 piezas de bronce que
yacían enterradas y que datan del siglo III d.C.
Como máxima autoridad divina, su porte es majestuoso. Está
representado desnudo con la mano derecha tendida en gesto generoso,
mientras que, en la otra mano, notamos la falta de su atributo
principal, el rayo.
En compañía de Juno y Minerva conforma la Tríada fundamental de la
religión romana.
Bajo distintos apelativos asumió en principio un carácter rústico,
que luego cambió convirtiéndose en protector de la Ciudad y del
Estado. Llegó a ser la potencia tutelar del Imperio por excelencia.
Como dios guerrero, simboliza las virtudes del Honor, la Justicia, la
Fe y la fuerza de la juventud en general. |