Junto a los sátiros, los silenos, las bacantes o ménades, etc., los
faunos son figuras mitológicas que suelen aparecer representados en los
cortejos báquicos, o en las bacanales en honor al dios Baco.
Baco, el llamado dios de la viña, del vino y del delirio místico,
es análogo al Dionisos de Grecia. Ambos son dioses muy populares, y su
culto servía para "canalizar" las tendencias instintivas o
impulsivas que a menudo aparecen en el ser humano. En tal sentido este
culto era la antítesis del que se rendía al dios Apolo, donde
predominaba lo coherente, lo refinado, lo equilibrado, etc.
Esculpidos en relieve plano, y enmarcados simétricamente, vemos en
esta pieza a cuatro faunos, con forma totalmente humana, ocupados en el
proceso de elaboración del vino. Los cuatro llevan sobre sí la piel de
lince, que también identificaba al dios Pan de los griegos. Uno de
ellos anima a los demás tocando la flauta doble o aulos, y otro
trae más uvas en un cesto.
Asociado a Dionisos y a Baco, el vino simboliza la juventud y la vida
eterna, así como la embriaguez sagrada -cantada por los poetas griegos
y persas- que permite al hombre participar fugazmente del modo de ser
atribuido a los dioses. Cuando el vino es rojo simboliza además la
sangre y el sacrificio. |