estela  

Estela de

Hegeso

 

 

 

Grecia. Atenas.

Hacia 400 a.C.

Original de mármol.

Museo Nacional de Atenas.

 

Alto: 23, ancho: 15

 

Mármol-Zirconio

90 €

 

Durante la segunda mitad del siglo V a.C., Atenas se convierte en el centro de producción de lápidas funerarias. La pilastra se hacía ahora más ancha y baja que antes, lo que permitía representar en ella una o más figuras sentadas sin dar la impresión de amontonamientos, como ocurría en las más alargadas. Al aumentar la anchura de la pilastra, el pináculo, en lugar de estar formado por una sola palmeta, consistía a menudo en un pedimento con una acrotera de palmetas y antefijas a los lados. La estela de Hegeso, en Atenas, ejemplifica los armoniosos diseños a que se había llegado, y de ella ofrecemos aquí una reducción.

En la estela podemos observar a Hegeso, una dama griega, sentada observando y despidiéndose de las joyas que le tiende una joven doncella; cabe señalar la serena expresión de su rostro observando las pertenencias que no podrá llevar consigo cuando la muerte venga a por ella. El estilo de la obra es de la generación posterior a Fidias; pueden observarse en el vestido de la doncella que sostiene la cajita de joyas los mismos pliegues que en la Afrodita de los Jardines, de Alkamenes. La dama Hegeso lleva ropajes transparentes, como las diosas del Partenón. ¡Qué belleza de cuerpo! ¡Qué cuello, qué pechos, qué brazos!. Las figuras se proyectan con una cierta libertad fuera del marco de la estela; no están encajonadas dentro del cuadro, como será de rigor más tarde para los fabricantes de monumentos funerarios de este tipo.

La inscripción en la franja superior dice: «ΗΓΗΣΩ ΠΡΟΞΕΝΟ», es decir, HEGESO PRÓXENO (título de honor entre los griegos, una especie de cónsul). Es digna de mención la silla con las patas de sable, que habrá de retomarse en el mobiliario estilo «imperio» de la Europa del siglo XIX.

El original está esculpido en mármol y mide 1,58 m. de altura. Se halla en el Museo Nacional de Atenas, pero se ha colocado una copia del mismo en el lugar donde se encontró, el Cerámico, la antigua necrópolis que en la Atenas clásica acogió las tumbas de los ciudadanos más ilustres.

La estela de Hegeso es la mejor prueba del valor de las estelas funerarias áticas, tanto por la hondura de su contenido como por su plasticidad insuperable. El conjunto denota armonía y elegancia, y la expresión melancólica de los rostros está llena de belleza y poesía. Una auténtica obra maestra.

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