Esta pieza, también llamada "Gemma Augustea" y "Gloria
de Augusto", es un camafeo cortado en sardónice arábigo de
dos capas. Obra probablemente de Dioscórides -uno de los artistas
aúlicos más importantes del tiempo de Augusto-, es una de las tallas
en piedra más valiosas de la antigüedad, tanto por su tamaño como por
su tema y la calidad de su realización. Conmemora el triunfo de Tiberio
sobre los insurrectos Dálmatos y Panonios, acaecido en el año 10 d.C.
El artista ha dividido el campo narrativo en dos zonas horizontales,
separadas por una línea que sirve de suelo en el que se apoyan las
figuras de la parte superior. En esta asistimos al triunfo de Tiberio
tras la guerra de Panonia. En el centro, el emperador Augusto aparece
sentado en un trono portando un cetro y un bastón augural; a sus pies
el águila imperial, emblema de Júpiter; y a su lado, a su mismo nivel,
Roma, tocada de yelmo y armada, preside el acto y da su aprobación. En
el lado izquierdo, Tiberio desciende del carro triunfal para presentarse
como vencedor ante su padre adoptivo, el emperador Augusto, mientras que
el pequeño Germánico, también armado, permanece en pie junto al
carro. Ecumene (todo el orbe, la Tierra Habitada) impone la Corona
Cívica de hojas de encina al emperador, y junto a ella vemos el signo
de Capricornio, símbolo zodiacal de Augusto. En la parte inferior unos
soldados romanos izan un trofeo que cubren con las armas conquistadas, y
al que atarán a los prisioneros bárbaros vencidos. Uno de los signos
del trofeo es la constelación de Escorpión, que corresponde a la
figura de Tiberio, cuyo nacimiento presidiera.
Antes de haber sido llevada a Viena, esta obra formaba parte del
tesoro de la iglesia de Saint-Sernin, cerca de Toulouse, y en el siglo
XVI se encontraba en el gabinete del rey de Francia.
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