atleta2  

Atleta

vencedor

 

 

Grecia.  Siglos V-I a.C.

Original en bronce.

Museo del Louvre.

 

Alto: 33, ancho: 22, prof.: 22

 

Bronce

795 €

Bronce fundición

1190 €

 

Según nos cuenta Plinio, era costumbre entre los griegos primitivos dedicar una estatua en memoria de todos los que vencían en los juegos sagrados, especialmente los de Olimpia; aunque sólo cuando los atletas vencían al menos por tres veces se hacían merecedores de la inmortalidad (perpetuitatem merentium), y se fijaban sus rasgos fisonómicos en las caras de las estatuas.  Así, aparecen los Kuroi (o Apolos arcaicos) que eran estatuas que, de algún modo, tenían incorporado el espíritu del atleta vencedor. Con el paso del tiempo, estas estatuas crearon un género artístico: el del retrato clásico y sublime al que los artistas siguieron aplicando su celo, ya representara dioses, héroes, atletas, poetas u hombres de estado.

Pero el griego clásico no entendía la competición como en la actualidad.  El griego alzaba la mirada a los héroes de la época arcaica, a los héroes de la Ilíada y la Odisea, y aspiraba a imitarlos.  De ellos aprendía dos cosas:

1ª) Sobresalir entre los demás para ser siempre el mejor -el "agon"- impregna toda la vida ("siempre"), y no se limita a un solo combate o a una sola competición.

2ª) Hasta el héroe más valeroso puede aspirar a la gloria más sublime si con ello beneficia de alguna forma a la comunidad.

En realidad, pues, sobresalir entre los demás compromete a una acción comunitaria, que es lo que más tarde definió Aristóteles como "ser comunitario" (zoon politikon); al fin y al cabo, la misma palabra griega "agon", aplicada a los héroes homéricos, quiere decir ser el mejor (aristeuein), no ser el primero (proteuein).

Durante los primeros siglos sólo había atletas entre la aristocracia de sangre real, y luego se incorporó la plutocracia.Perfeccionarse en una especialidad deportiva requería tiempo y dinero, y los que tenían que trabajar para ganarse el sustento simplemente no podían permitírselo, aunque había excepciones.

Además de los Juegos Olímpicos se celebraban los Juegos Píticos, también cuadrianuales; los Nemeos, bienales; los Itsmicos, en las cercanías del itsmo de Corinto; los Panatenaicos, etc. Y fueron atletas famosos: Milón de Crotona, Teágenes de Tasos; Diágoras de Rodas y sus hijos; Políclamos de Escotusa; Marco Aurelio Asclépides de Alejandría, etc.  Los atletas destacados también se distinguieron siempre en cargos políticos o de importancia semejante.

El original de la pieza que aquí presentamos fue descubierto en Benevento (al sur de Italia), y constituye el fragmento de una estatua obra de la escuela de Policleto de Argos, probablemente de Patrocles. La cabeza del atleta aparece con la corona de apio. La corona simboliza la idea de superación en su sentido más amplio y profundo, lo cual está en consonancia con su situación en lo más alto del cuerpo (y del ser humano). Resalta bellamente el detalle del pelo, y la expresión del rostro típica del arte griego.

© Taller HORUS