Fotografia de la Pieza  

Placa de

marfil

bizantina

 

 

Constantinopla.

Hacia 519-527.

Museo Británico.  Londres.

 

Alto: 39, ancho: 14

 

Mármol-Resina

95 €

 

(sobre metacrilato)

150 €

 

El colapso definitivo de la mitad occidental del Imperio Romano en el año 467 d.C. no extinguió el legado de la antigüedad clásica.Ya en el año 330 el primer emperador cristiano, Constantino, había fundado una nueva capital para los territorios orientales en el lugar de la primera colonia griega de Bizancio, llamándola Constantinopla. Las obras de arte que se produjeron durante los siglos VI y VII cuando estos territorios orientales, más generalmente conocidos como el Imperio Bizantino, estaban en la cumbre de su poder, reflejan la persistencia de los ideales artísticos nacidos en Grecia y Roma.  Que estos ideales no eran incompatibles con las peticiones de la Cristiandad, se puede constatar en esta fina placa que representamos.

Se trata de la hoja izquierda de un díptico, tallada en marfil, con la figura de un arcángel, generalmente identificado como San Miguel.  El orbe que sostiene en la mano derecha está siendo ofrecido probablemente a un emperador retratado en la hoja derecha del díptico.  Es notable la compostura clásica de la figura, solemnemente implantada bajo el arco; aunque queriendo casi mostrar un menosprecio por la ambientación espacial, el autor ha colocado en falso y como resbalando los pies del arcángel sobre una escalinata.

Es probable que este gran marfil, que constituye una pieza notable de la amplia producción de marfiles paleocristianos y bizantinos, estuviera en Canterbury hasta el siglo XIV. Su ejecución es similar a otras obras de arte de su época, como los Ángeles de los mosaicos de Ravena.

© Taller HORUS