Fotografia de la Pieza  

Lampara

de aceite

 

 

Época paleocristiana.

Original en tierra cocida

Museo Vivenel. Compiègne

(Oise). Francia.

 

Alto: 7, ancho: 4, prof.: 23

 

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Fabricada en tierra arcillosa introducida en un molde partido en dos, la lámpara era cocida a continuación en un horno de alfarero.

En medio de la espalda del pez se puede ver el agujero de aprovisionamiento de aceite. La mecha pasaba por el pico abultado, formado, curiosamente, por un pez más pequeño. La mecha se reponía con la ayuda de una aguja. Las perforaciones de las aletas dorsales indican que este modelo estaba destinado a colgarse de unas cadenas.

Este tipo de lámpara era ya muy conocida y expandida en el mundo romano. Es más, el pez tenía, seguramente, antes de este período una reputación talismánica indiscutible. Este lleva sobre una mitad del cuerpo el monograma de Cristo o Crismón, formado por la combinación de una “X” (equivalente a nuestra “Ch”) y una “P” (nuestra “R”) entrelazadas, primeras letras griegas de la voz griega Christos.

Reencontrado con mucha frecuencia en la simbología del arte popular cristiano, el tema del pez ha intrigado a los eruditos, quienes se han interrogado sobre su significación. Algunos de entre ellos han encontrado la explicación en la expresión de una especie de jeroglífico. En efecto, en griego, la palabra que significa pez es Ichtus, y las letras que componen esta palabra pueden constituir las iniciales de Iesos Christos Uios Soter, lo que quiere decir «Jesús-Cristo, Hijo de Dios Salvador».

Aparte de este significado simbólico que no descartamos, también es muy posible que el uso del símbolo del pez en las primeras comunidades cristianas tenga que ver con el advenimiento de Jesús en el comienzo de la era astrológica de Piscis.

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