Quizás la figura más representativa del arte Ibérico en bronce sea
el llamado Guerrero de Mogente.
Fundido en bronce macizo, representa un guerreroa caballo, con un
casco de alta cimera, que destaca con el conjunto. Con la mano
derecha empuña la falcata o espada corta ibera, y las riendas de
su montura. En la izquierda sostiene el pequeño escudo redondo o caetra.
El original tiene una altura de 6,5 cm; esta reproducción ha sido
ampliada para apreciar mejor los detalles.
Procede de La Bastida de les Alcuses en Mogente (Valencia).
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