Fotografia de la Pieza  

Crucifixión

 

 

 

Paleocristiano. Siglo V.

Museo Británico. Londres.

 

Alto: 7, ancho: 9

 

 

 

Mármol

(sobre metacrilato)

75 €

 

La crucifixión ha inspirado algunas de las obras de arte cristianas más hermosas de la historia. Sin embargo, hasta después de 400 años de la muerte de Cristo en la cruz no se representó la crucifixión en forma alguna.  Por espacio de 300 años los cristianos fueron una secta perseguida, y su fe sólo se representaba por medio de símbolos; e incluso tras llegar a ser el cristianismo religión oficial del Imperio Romano, los artistas razas veces tomaban la crucifixión como tema de sus obras.

Este panel, grabado en un cofrecillo de marfil, aproximada­mente del año 420 de nuestra era, es una de las primeras representaciones conocidas de Cristo en la cruz. Se lee en él la inscripción latina «Rey de los Judíos»; a la izquierda, Judas Iscariote se ha ahorcado de un árbol.

Generalmente, las crucifixiones se llevaban a efecto a extramuros de las ciudades en las provincias romanas, y los cuerpos de los ajusticiados quedaban clavados en la cruz como testimonio de la expiación del delito.  Es fama que el más sacro santuario de la cristiandad, la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, se yergue en el emplazamiento mismo del Gólgota, «el lugar de la calavera», donde Cristo fue ejecutado.  También se conserva en dicha iglesia la tumba donde fue depositado el cuerpo de Cristo, y cuya piedra se halló apartada el día de la Resurrección.

© Taller HORUS