La tablilla en relieve de marfil que aquí presentamos está
completamente dentro de la tradición del arte eclesiástico medieval
que, aparte de una gran calidad artística, muestra también la profunda
religiosidad de aquella época.
Dentro de esta tradición no importaban demasiado los detalles
individuales, sino que más bien se quería crear la impresión general
de un portal de una iglesia gótica. La estructura imita artísticamente
la división de las ventanas que corresponden exactamente a la gran
arquitectura de estilo gótico.
El original de esta tablilla, de tallista desconocido, pertenece a un
díptico. Muestra a María, sentada, sosteniendo al niño, al cual rinde
adoración uno de los Reyes, que se arrodilla ante él. Sobre la cabeza
de María aparece la estrella que anunció el nacimiento a los tres
Reyes Magos.
El Rey, en lo más abstracto y general, simboliza al hombre universal
y arquetípico. Como tal posee poderes mágicos, expresando el principio
reinante o rector, la suprema conciencia, la virtud del juicio y del
autodominio. El hecho de que estos Reyes «venían de Oriente» es un
símbolo relacionado con el Sol y con las características que al
astro-rey le otorgaban todas las civilizaciones de la antigüedad.
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