Fotografia de la Pieza  

Sekhmet

(relieve)

 

 

 

Egipto. 

 

Alto: 11,5, ancho: 6,5, prof.: 1,5

 

 

Mármol

32 €

 

La ciudad de Menfis rendía culto a Sekhmet, la diosa con cabeza de leona, hija del dios Ra, el Sol creador, y esposa de Ptah, dios pacífico y tranquilo, protector de los artistas. En Egipto se le llamaba «La Poderosa», «La Señora», y su energía alcanzaba incluso a los guerreros, quienes también la tomaron como patrona, ya que Sekhmet es la diosa de la guerra.

Representa la voluntad y la fuerza del alma. Simboliza el destino, entendido éste como aplicación de la ley de causa y efecto, es decir, ejecuta sobre la Tierra los designios divinos; es la ejecutora -para nosotros violenta- del Destino Inexorable (relacionado con la Némesis de los griegos y el Fatum de los romanos) Sus garras tenían fama de alcanzar a todo hombre que faltase a la ley.

Entre los antiguos egipcios la observación del ciclo anual del Nilo, con las crecidas del río alternando con las sequías, creó el mito de esta diosa. Shu, el espíritu, y Thot, dios de la sabiduría, fueron a buscarla a los desiertos orientales de Nubia, donde habitaba, y consiguieron apaciguarla. La leona de fuego tomó entonces el carácter de diosa-gata Bastet, felina amable, que era quien traía las crecidas fertilizantes del Nilo.

Esta pieza, de época tardía, representa a la diosa Sekhmet con el bastón de Anubis (Uas), portando en su cabeza los cuernos de Hathor (la diosa madre, la «vaca cósmica») y el disco solar. A su izquierda vemos, arriba, de forma estilizada, la corona del Alto y Bajo Egipto y un halcón; en el medio, el cartucho de algún faraón y el bastón de Anubis; y abajo una pluma y Maat, la diosa de la Justicia, emparentada con Sekhmet.

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