Sarcofago

con

protectores

(doble)

 

Egipto.  Imperio Nuevo.

XIX Dinastía.

Original de serpentina.

Museo del Louvre. París.

 

Alto: 6, ancho: 4, prof.: 11

 

 

Zirconio

90 €

 

A partir del Imperio Nuevo, los sarcófagos aparecen adornados con imágenes funerarias, de forma que el primitivo prisma de piedra viene a representar toda una escena.

En el sarcófago reproducido en estas estatuillas, el cuerpo (del difunto en un caso y de la pareja yacente en el otro) envuelto totalmente salvo la cabeza, reposa sobre un ligero lecho con patas leoninas rodeado por diversos seres. Sobre el pecho apoya sus manos el Baí. El Baí es uno de los principios o cuerpos sutiles e invisibles que para el egipcio formaba parte en la constitución del ser humano, y se separaba de éste con la muerte del cuerpo físico. Así pues, el Baí, representado mediante un ave imaginaria con cabeza humana -generalmente, de rasgos faciales semejantes a los del difunto-, se encuentra separándose ya del cuerpo.

En la cabecera, una representación de la diosa Neftis se arrodilla teniendo en sus manos el sello chenou, representado por el círculo. En la cabeza porta el emblema que la identifica, y a los pies la diosa Isis completa la escolta del difunto. Ambas diosas, hermanas en el mito, se encuentran presentes en la muerte del difunto como lo estuvieron en la de Osiris, según el mito y la analogía que identifica al momificado con este dios.

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