En Tebas, en un impresionante paisaje rocoso y desértico, se ha
conservado hasta nuestros días la tumba de la reina Nefertari, la mujer
más respetada del antiguo Egipto.
Para Nefertari, aquella esposa tan querida, el poderoso Ramsés II
hizo excavar la morada eterna más grande y ricamente ornada del Valle
de las Reinas.
Para su decoración se cubrieron sus paredes con una capa de estuco
que permitió incluso modelar en bajorrelieve las representaciones que
relatan el paso de la Reina de la vida material a la supraterrena.
El hipogeo o tumba es completamente subterráneo con varias escaleras
y cámaras profusamente decoradas.
En la cámara principal, donde se encontraba el sarcófago, hay
cuatro pilares que lo enmarcan. En la cara de uno de ellos aparece el
relieve que reproducimos: Nefertari, con un hermoso vestido blanco,
recibe el signo de la vida que amorosamente le da la Diosa-Madre,
Isis. La inscripción jeroglífica muestra el nombre de la Reina y
sus títulos, así como los de la diosa: «Isis Señora del
Cielo.Gran Esposa Real, Nefertari-Mery-en-Mut. Justificada». |