Princesa

amarniense

(cabeza)

 

Egipto.  Imperio Nuevo.

Dinastía XVIII.

Siglo XIV a.C.

Original en vidrio colado.

Museo del Louvre.  París.

 

Alto: 6, ancho: 7, prof.: 8

 

 

Resina

125 €

 

El Imperio Nuevo, el más conocido de toda la civilización egipcia, fue probablemente el período dinástico de mayor apogeo y esplendor artístico. A él pertenece esta cabeza de alguna princesa de Tell-el-Amarna, capital de Egipto durante el período de Akhenatón (también llamado Amenofis IV).  Hay quien afirma que pertenece a la época del faraón Amenofis III «el magnífico»; aunque también ha habido quien ha sugerido la posibilidad de que esta cabeza represente al faraón Tutankha­món, que fue quien trasladó la capital de Egipto nuevamente a Tebas.

El original de la pieza está revestido de pasta vítrea de dos tonalidades azules. El corte oblicuo de los ojos al estilo «extremo-oriental» (que en el mismo arte del Extremo Oriente será más bien un distintivo estilístico que una nota racial) corresponde a la finísima sensibilidad lineal, que constituye una de las constantes más destacadas del arte de Amarna.

La delicadeza y la proporción de los rasgos, la elegancia del conjunto, transmiten una gran belleza, y ponen de manifiesto la preocupa­ción que la mujer egipcia tenía por su belleza y su aspecto general, como lo demuestran la gran cantidad de objetos de tocador, recipientes para perfumes, espejos, peines, etc., que han sido encontrados.  Esta belleza, y la serenidad en la mirada, nos sugieren una vez más el extraño y profundo misterio que encierra en general todo el arte egipcio.

© Taller HORUS