Nefertari

 

 

 

Egipto. XIX Dinastía.

Hacia 1270 a.C.

Valle de las Reinas. Tebas.

 

Alto: 24, ancho: 16

 

 

Zirconio

85 €

 

Policromado

150 €

 

Al oeste de Tebas, en la entrada del Valle de las Reinas, en un impresionante paisaje rocoso y desértico, se ha conservado a lo largo de treinta y tres siglos la tumba de la reina Nefertari, la mujer más respetada del antiguo Egipto.

Se trata de una sepultura subterránea excavada al pie de los acantilados que se alzan a la entrada del valle, y constituye sin duda alguna la empresa arquitectónica y decorativa más grande que conserva­mos de cuantas se consagraron a las esposas de faraones.

La tumba de Nefertari fue descubierta en 1904 por una misión italiana a las órdenes de Ernesto Schiaparelli.  La tumba había sido saqueada desde tiempos antiguos, y el rico ajuar funerario que debió de acompañar a la esposa preferida de Ramsés II, había desaparecido casi en su totalidad.  A pesar de todo, se pudieron recoger algunos fragmentos del sarcófago, esculpido en granito de Assuán, en el que se guardaba la momia. De la misma forma sólo se halló un fragmento, pues había sido totalmente profanada, y del ajuar únicamente quedaban algunas placas de oro y plata adornadas con simples motivos trianguliformes y con el nombre de la reina, una treintena de ushabtis y algunos vasos de alabastro y de cerámica.

El poderoso faraón Ramsés II consagró a HATHOR el templo menor de Abú Simbel, y se lo dedicó a Nefertari. Allí, identifica­da con la diosa HATHOR, Nefertari por la que el Sol se eleva participó del culto divino como ninguna otra mujer en Egipto.

Sabemos que Nefertari fue la segunda esposa entre las muchas que tuvo Ramsés II, el faraón más épicamente evocado por los poetas y artistas del antiguo Egipto. Sin embargo, en todas partes Nefertari aparece como esposa preferida durante los primeros treinta años del reinado de aquel poderoso faraón: en las ceremonias y actos que los relieves épicos de los templos nos relatan.  Hacia el jubileo de Ramsés II en el año XXX, celebrado con singular solemnidad, ya había muerto Nefertari.

Concretamente, este fragmento que representamos está localizado a la derecha de la puerta de entrada de la primera sala de la tumba de la reina.Nefertari, de pie, levanta sus brazos en señal de adoración ante una capilla en la que está OSIRIS sentado y ANUBIS de pie.  La reina va vestida con una túnica blanca de ceremonia; porta la peluca de buitre coronada por dos altas plumas, en la que el pájaro sagrado, protector del rey en la batalla, parece desparramar sus alas sobre la cabeza de la reina.

En jeroglífico, la parte final de la invocación nos revela: La Osiríaca, la Gran Esposa Real, Señora de las dos Tierras, Nefertari-Mery-en-Mut, Justificada ante el Gran Dios.

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