En la cuna por antonomasia de la magia y el misterio que es Egipto,
encontramos también esta sencilla y elegante pieza que reúne en sí
misma las condiciones de belleza y utilidad.
Era usada como jabonera o recipiente de cosmética, y es una prueba
más de que el arte formaba parte de la vida cotidiana de los antiguos
egipcios.
La forma de ánade adoptada pone de manifiesto el particular
simbolismo que tenía este ave en Egipto.Capaz de andar, nadar y volar,
el ánade estaba en relación con tres elementos: Tierra, Agua, y
Aire. Sus formas redondas y suaves nos transmiten gracia, frescor
y dulzura. |