Parece ser que la música fue una de las distracciones principales en
Egipto, dada la impresionante cantidad de instrumentos musicales
encontrados en las tumbas. Era para los egipcios fuente de placer, de
relajación, y para los más pobres el medio de procurarse ingresos
suplementarios alquilando sus servicios para acompañar los cantos, las
danzas y la música de las numerosas fiestas y ceremonias que jalonaban
el año. Por otra parte, algunas de las enfermedades oculares, y
aún la misma ceguera, predisponían a estos enfermos a convertirse en
músicos. Muchos arpistas eran ciegos.
Para saber cómo se practicaba la música en esa época hay que
observar las escenas musicales representadas en las tumbas. Vemos
que el instrumento principal parece haber sido el arpa, alrededor del
cual se reunían hombres y mujeres, cantando y aplaudiendo para marcar
el ritmo. La flauta también se empleaba mucho entre los egipcios;
inclusive es frecuente ver una bailarina ritmando sus pasos al son de la
flauta que ella misma toca.
Se ha llegado a decir que Egipto es el país de las bailarinas.
Las encontramos hasta en calidad de personajes de la literatura, como en
la novela de cruzados de Walter Scott, Ivanhoe, y en Nuestra
Señora de París. La danzante egipcia, con un poco de brujería y
cartomancia, fue un tipo popular de la Edad Media en occidente.
Las tumbas tebanas reproducen con abundancia a estas artistas que
cantan, saltan, y a veces forman orquestas, con un encanto que radicaba
más en su arte que en su belleza. Sabían extraer de los simples
instrumentos de la antigüedad efectos casi mágicos. Aunque no podemos
darnos cuenta de lo que era la música egipcia, ya desde la época de
las pirámides, la música debió ser la gran fuerza de Ra.
En la pieza que aquí presentamos vemos una flautista, una arpista y
una joven tocando la tiorba.Este último instrumento estaba hecho con un
caparazón de tortuga recubierto con piel de gacela tensada, perforada
con seis agujeros que daban la resonancia; se supone que el sonido
obtenido era similar al de nuestro banjo actual, o quizás al de la
bandurria de una sola cuerda que todavía usan los negros
africanos. Las tres instrumentistas llevan sobre la cabeza
pequeños conos de incienso que iban consumiéndose durante el día, con
el fin de perfumar su cuerpo y su cabello. |