Estela de

Horus niño

 

 

Egipto. Bajo Imperio tardío.

Dinastía XXX.

Siglo IV a.C.

Original de piedra negra.

Museo del Louvre. París.

 

Alto: 27, ancho: 15, prof.: 5

 

 

Bronce-Mármol

-Zirconio

 

250 €

 

Según la mitología egipcia, Horus es el hijo de Isis y Osiris. Las tres divinidades componen la llamada «Tríada Osiriana», familia de dioses cuyo principal santuario estaba situado en Abydos (Alto Egipto). Horus es el primer soberano del Egipto faraónico, que se encarna como poder real a través del faraón.

En muchas representaciones vemos a Horus como un niño lactante en brazos de su madre Isis. Sin embargo, en las estelas del Bajo Imperio semejantes a la que aquí presentamos, Horus niño, también llamado Harpócrates, aparece sin su madre, desnudo y en posición frontal. Se halla de pie sobre dos cocodrilos, por lo cual este tipo de estelas son llamadas también «Horus sobre los cocodrilos». Según el mito, después de que Osiris renace y se convierte en el Señor de la Justicia en el mundo invisible, Horus, en la Tierra, ocupará su lugar en el combate contra las tinieblas: la eterna lucha contra Seth (el lado oscuro de Osiris). Estar de pie sobre los cocodrilos simboliza haber vencido las tinieblas.

A un lado de su cabeza le cuelga una coleta, símbolo de la «infancia divina». En su mano derecha lleva un ciervo, y en la izquierda una leona, y además, en cada mano, dos serpientes y un escorpión. Las serpientes y los escorpiones suponían algo más que simples peligros cotidianos: encarnaban las potencias del caos que amenazaban el orden del mundo; aunque si conseguían dominarse, resultaban beneficiosas.

Las estelas de Horus niño cumplían funciones curativas. Estaban cubiertas de textos mágicos y religiosos, y se situaban en lugares públicos. Servían para proteger a los niños contra los animales dañinos, o para curarles si eran mordidos o picados por ellos. A tal fin, era conveniente beber el agua con la que previamente se había mojado la estela y que se recogía en unas piletas colocadas al efecto.

En la parte superior de la estela vemos el rostro de Bes, dios de origen asiático, espantando a los malos espíritus. Bes protege a los niños, y será en la Época Baja cuando se convierta en el dios protector por excelencia del joven Horus niño, pues a partir de la Dinastía XXVI, aparece en todas las estelas similares a esta. El rostro de Bes está flanqueado por dos Oudjhad, también llamados “Ojos de Luz”, u “Ojos de Horus”. De su lucha contra Seth, Horus saldrá perdiendo sus ojos, pero la diosa Hathor le reemplazará la vista por el Oudjhad, que le permitirá ver en lo invisible.

© Taller HORUS