Escena de

la Tumba

de Usherat

 

 

Egipto. Tebas.

Sheik Abd el Gurna.

Dinastía XIX; hacia 1300 a.C.

 

Alto: 15, ancho: 11

 

 

 

 

Mármol-Basalto

50 €

 

Policromado

95 €

 

Esta bella pieza es el fragmento de una pintura mural que se encuentra en la tumba tebana del alto sacerdote Userhat. La escena completa, cuya copia facsímil puede verse en el Metropolitan Museum of Art (New York), reitera un motivo aparecido a comienzos de la dinastía XVIII: el de la "Diosa de los Árboles", o "Diosa del Sicómoro", el árbol sagrado por excelencia en Egipto, que reconforta a los muertos. El dueño de la tumba aparece en compañía de su madre y de su esposa, cuyos rostros, en primer plano, son los que vemos en nuestra reproducción; los tres personajes se hallan sentados en elegantes tronos a la sombra de un sicómoro, y destacan sobre un fondo de espesa vegetación. Ante ellos, la Diosa, en pie, hace brotar de un aguamanil un chorrito de agua que llena los preciosos cubiletes de oro que portan.

El delicado perfil de las dos damas bajo sus abultadas pelucas es de una grácil belleza. Sus cabezas están adornadas con sendos recipientes para perfume, y varios capullos y flores de loto. Muy abundante en las orillas del Nilo, el loto tiene unas características muy especiales: abre su corola al alba y la cierra al atardecer; nace en la oscuridad de las aguas pantanosas y emerge a la superficie sin verse manchada por ellas... Por ello, en Egipto, así como en otras culturas de la antigüedad, el loto era una planta simbólica. que represen­taba el renacimiento, la fecundación, la fertilidad, y la pureza.

La madre de Userhat ‑que está delante‑ tiene un recipiente sobre la mano desprendiendo un humo que bien podría ser de incienso. El humo representa las relaciones entre el Cielo y la Tierra, y simboliza además la oración, pues como ésta, sube hacia el Cielo.

Los collares, diademas, muñequeras y pendientes que adornan a las dos mujeres, completan de una forma sencilla y elegante esta hermosa muestra del arte egipcio.

© Taller HORUS