Dios Thot

 

 

 

Egipto. Época Baja (1080 - 332 a.C.)

Original en loza egipcia.

Museo del Louvre. París.

 

Alto: 6, ancho: 3, prof.: 3

 

 

Bronce

50 €

 

Bronce

(Fundición)

95 €

 

Posiblemente porque sus orígenes como cinocéfalo sagrado (mono babuino con cabeza de perro) se pierden en la noche de la prehistoria, Thot acabó siendo elevado a la jefatura de las ocho deidades de Hermópolis. Numerosas figurillas de loza de color verde malaquita que representan a Thot como cinocéfalo, halladas en Abydos, Hierakómpolis y otros lugares, pueden fecharse en los períodos pre y protohistórico.

En Hermópolis Magna, la que fue capital del Alto Egipto en la Dinastía II y de la que era deidad principal Thot, existía un templo dedicado a este dios. En el año 1931 se pusieron al descubierto algunos elementos del templo; también aparecieron unas galerías subterráneas destinadas a las sepulturas de los ibis y los cinocéfalos.

Si hay un dios que aparece como el amigo fiel de los hombres ese es Thot, es el increado que existe en el Cosmos, la sabiduría, la medida de toda cosa. Es a la vez el escriba que toma nota de todas las cosas, la mano derecha de la justicia y el que, con el torno del alfarero, modelará al hombre.

Thot, al que los griegos llamaron Hermes, es el dios Luna. Inspirador de la cronología, mide el tiempo, divide los años, los meses y los días, tanto los del cosmos como los de la humanidad, fija la duración de la existencia y dirige el destino. Hermes se convertirá en Trimegisto, es decir, el tres veces grande.

En esta obra de arte, el cinocéfalo aparece sosteniendo un Oudjad, el «Ojo de Horus», el «Ojo de la Luz», que permite ver en las tinieblas. Es la sabiduría del alma que nos permite aprender y, por lo tanto, recordar. Este ojo luminoso guía las barcas de los dioses en las aguas del espacio. Simboliza, con su lágrima, el sacrificio de la divinidad para dar nacimiento al Universo y, con la varilla espiral, el sendero de la iniciación por donde el candidato sube hasta el mundo de la luz.

© Taller HORUS