Ankh y Djed

 

 

 

Egipto. Época Baja. Siglo VI a.C.

Museo del Louvre. París.

 

Alto: 6, ancho: 6

 

 

Mármol

50 €

 

Bronce

(Fundición)

70 €

 

La mentalidad egipcia fue trabajada en la fragua del simbolis­mo. Pero en este terreno, resbaladizo en grado sumo, hay que andar con extremada precaución. De otro modo, nos exponemos a atribuir a los antiguos más de un sueño puramente moderno, tal como le ocurrió a Frazer, que se atrevió a decir que la fragmentación del cadáver del dios Osiris simbolizaba la siembra al voleo... Como dijera el profesor Livraga, deducciones como la de Frazer, en el Egipto de hace unos 5.000 años, hubiesen hecho reír incluso a la misma Esfinge.

Este pequeño y bello ejemplar es una muestra del simbolismo en el arte egipcio. Justamente vemos aquí tres de los elementos más repetidos e importantes en la religión egipcia: el báculo Uas (a ambos lados), la cruz Ankh, y la Columna de la Estabilidad o pilar Djed. El báculo o bastón Uas simboliza el poder de caminar en lo invisible (que para nosotros es “la obscuridad”); es el que sirve para matar a la serpiente Apap (o Apophis), la oscura materia. Este bastón es un atributo relacionado con Anubis, el dios con cabeza de chacal, y está rematado por arriba con una esquematización de su cabeza, y por abajo con las patas de la Oca, que pueden caminar sobre el fango, vencer el barro del caos...  La Columna de la Estabilidad Djed contiene cuatro peldaños como símbolo de los cuatro elementos o principios de la materia matriz.

El Ankh o llave de la vida (que pasó a formar parte de la iconografía y el simbolismo cristianos con la denominación de «cruz ansata», o cruz con asa) representa: por el círculo superior, el mundo divino; el trazo horizontal, el horizonte por donde despunta el Sol cada mañana; y el trazo vertical es el sendero que debe recorrer el hombre para acceder a la divinidad. Fue el símbolo de los grandes Iniciados, aquellos que conocían las leyes de la Naturaleza y tenían la llave de sus Misterios. Sólo los dioses eran representados con el Ankh; en muchas pinturas se ve a dioses o diosas dando vida al faraón, tocándole la boca con este símbolo.

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