Es una de las numerosas representaciones que adornan la caja del
sarcófago de Taho. Un admirable sarcófago antropoide, tallado en una
piedra oscura y dura, basalto negro, cuyo exterior está decorado con
numerosas figuras e inscripciones relativas a la navegación del Sol en
el mundo subterráneo.
Abriga el cuerpo de Taho, hijo de Renpetneferet; estos nombres, así
como el estilo de las representaciones, nos permiten datar este objeto
hacia el siglo IV a.C., constituyendo una de las más bellas obras
adquiridas en Egipto por Champollión en 1827.
El interior de la caja está adornado con una procesión de
divinidades y genios funerarios relacionados con el arte de la
momificación; en particular el dios Anubis, y los cuatro hijos de
Horus. El personaje representado es Amsit, uno de los cuatro hijos
de Horus que ayudaron a Anubis a experimentar la momificación,
descubrimiento atribuido al propio dios, sobre el cuerpo de Osiris
muerto. Estos genios están tradicionalmente vinculados a la protección
de las vísceras del muerto. Se les vuelve a encontrar en los vasos
cánopes que las contienen. Amsit está aquí representado de pie,
tendiendo al muerto dos signos de protección: el célebre signo de la
vida, Ankh, y un signo mucho menos frecuente, el del «soplo de
vida». Ante él, un texto en tres columnas (de las que aquí
sólo está representada una) nos indica que él fortificará los huesos
del muerto y que estará a su lado por toda la eternidad. (La
inscripción a la izquierda se refiere a otro genio). |