Esta pieza, de una extraña finura de ejecución, representa a los
dioses Amón y Mut, adornados con todos sus atributos.
Amón está aquí representado en una postura muy hierática; vestido
con un coselete de plumaje, lleva las dos plumas altas que ornan todos
los tocados de las divinidades celestes. La ciudad de Tebas
desarrolló el culto al dios Amón (palabra que deriva de la raíz
griega min: «el escondido»), dios del «Secreto y el
Silencio», soplo invisible que anima la creación, porque gobierna los
vientos.
Ha sido asociado al dios Ra (Amón-Ra), el Sol, que es su soporte
celeste, pero Amón se encuentra más allá del disco solar (Atón).Es
el Sol espiritual. El «ser escondido», el poder invisible, se torna en
el creador, el espíritu que fecunda la materia primordial para dar
nacimiento al universo.
Su esposa es la diosa Mut, evocación de la maternidad, tocada con la
corona del Alto y del Bajo Egipto, colocada sobre la piel de buitre,
enlaza con su brazo izquierdo al dios Amón. La extraña elegancia
de esta divinidad se acentúa aún más por un vestido femenino que se
encuentra en pocas imágenes de reinas y de diosas hasta la época de
Cleopatra.
Bordeando la base de la pieza vemos repetidamente varios símbolos:
El Ankh, también llamado cruz ansata o llave de la Vida;
el Uash, símbolo de la visión en las tinieblas y el pilar Djed,
símbolo de la eternidad. |