Amenofis II

 

 

 

Egipto. XVIII Dinastía.

Hacia 1439-1413 a.C.

Original de cuarcita roja.

Museo del Louvre. París.

 

Alto: 21, ancho: 21, prof.: 19

 

 

Basalto

430 €

 

El original de esta pieza excepcional, obra maestra de la XVIII Dinastía, fue adquirida por el Louvre en el año 1909, y desde entonces se halla expuesta en el Departamento de Antigüedades Egipcias de este Museo.

El rostro de esta cabeza real, bastante alargado, está envuelto en un nemes rayado, tocado típico de las esfinges y de las estatuas de los reyes difuntos. Consistía en una pieza de tela, ornada sin duda con rayas de colores, sorteando las orejas y cayendo sobre los hombros. Por detrás acaba en una especie de catogan.  En la frente se yergue un oreus de cuerpo ondulado (cobra hembra), símbolo y protectora de la realeza. Se apoya sobre una diadema plana que ciñe la cabeza, pasando por encima de las orejas, muy altas y carnosas. Los ojos son alargados, prolongados por una banda de pintura; las cejas son estilizadas. Estos últimos detalles confieren al conjunto un aspecto de majestuosa meditación, que no llega a desmentir la boca menuda y sonriente. Hay que imaginarse esos ojos realzados por el color así como el resto de la estatua. La barbilla es redonda, prolongada por una barbita postiza delicadamente trenzada y atada con dos cordones rotos en la actualidad.

Esta cabeza procede de una esfinge como demuestran la inclinación del nemes y su forma. Pensamos que probablemente se trate de Amenofis II, ya que los escultores de los talleres reales tuvieron tendencia a idealizar sus modelos. Las cejas redondeadas, los ojos horizontales, la boca pequeña, la esbeltez del rostro incitan a situar esta obra de gran perfección hacia finales del reinado de Amenofis II, el rey famoso por su hercúlea fuerza (1450-1425 a.C.), o quizá bajo el reinado de su padre Tutmosis III, el gran conquistador (1504-1450 A.c.).

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