Fotografia de la Pieza  

Tapa del

Sarcofago

de Palenque

 

Cultura maya. Méjico.

Palenque.

Templo de las Bellas

Inscripciones. Año 692.

 

Alto: 38, ancho: 23

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mármol

 

90 €

 

Mármol - Zirconio

- Cobre

155 €


Las ruinas arqueológicas de la ciudad de Palenque fueron descubiertas en 1773. Según el estudio de sus inscripciones, su historia se remonta a tiempos míticos, donde los antecesores de los Reyes eran considerados semidioses.  No obstante, tenemos referencias genealógicas de sus gobernantes desde el año 501 hasta el 784, y el período de máximo esplendor conocido corresponde a los reinados de Pacal el Grande (615-683), llamado el «Escudo Solar», y de su hijo Chan-Bahlum (683-701). De todos los monumentos de la ciudad, el Templo de las Bellas Inscripciones es el edificio más elevado, con casi 22 mts. de altura, y se asienta sobre una pirámide escalonada de ocho cuerpos.Sobre el suelo del templo el arqueólogo Alberto Ruz LluiLLier encontró en 1952 una enorme losa de piedra que al ser levantada, tras varios años de meticuloso trabajo, dio acceso a la cripta funeraria. Una escalera descendente de dos tramos que suman sesenta y tres escalones y que atraviesa la pirámide hasta adentrarse ligeramente en el terreno sobre el que se asienta todo el conjunto, permite la entrada a la cripta.La cripta funeraria consta de dos departamentos separados por una gran losa triangular. En la primera sala se encontraron seis esqueletos de adolescentes mayas teñidos de rojo, que presentaban la deformación craneana típica maya e incrustaciones en la dentadura, bastante bien conservados a pesar de la humedad del recinto.Tras la losa triangular, se accedió a la segunda sala.  En sus paredes estaban esculpidas sobre estuco las figuras de nueve personajes, presumiblemente sacerdotes, y sobre el suelo, ocupando casi todo el espacio, apareció el monumento sepulcral: un sarcófago monolítico de 20 toneladas de peso, cubierto por una losa de piedra de 3,80 x 2,20 mts. El conjunto se encontraba profusamente tallado, y es precisamente la tapa del sarcófago, cuya reproducción hemos realizado, la que ha motivado abundante literatura especulativa en los últimos tiempos.

Dentro del sarcófago se encontró un nicho en forma de pez que contenía los supuestos restos del rey Pacal envueltos en un sudario rojo, como los adolescentes de la primera cámara.  Las paredes interiores del nicho estaban también pintadas de romo, y sobre la cabeza del rey había una máscara realizada con pedacitos de jade. En la mano derecha tenía una piedra de jade cúbica, en la izquierda otra de forma esférica y en la boca guardaba otra del mismo material pero más oscura (compárense todas estas peculiaridades con las tradiciones funerarias griegas).

Todo este monumento hubiera pasado mucho más desapercibido para el público en general si no se hubiera lanzado la desafortunada hipótesis, encabezada por el científico soviético Alexander Kazantev, de que el relieve de la lápida representa "un astronauta en su nave".

A la luz de los conocimientos arqueológicos y simbólicos que tenemos del pueblo maya, trataremos de hacer un breve pero desapasionado análisis descriptivo de esta lápida.

* Las inscripciones están todas en el sistema maya de cuenta larga, y relatan la fecha de su nacimiento, la de su muerte, y lo que es más sorprenden­te, la de su futuro renacimiento, pues es bien sabido que los mayas, como muchos otros pueblos, creían en la reencarnación.

* La forma de pez del sarcófago, o de útero según otros, nos indica que Pacal se preparaba para un nuevo nacimiento, y por eso se reintroduce en una matriz, la de la Tierra.

* La lápida está rodeada de signos astronómicos y astrológi­cos, entre los que se pueden reconocer Venus, Mercurio, Marte y otros, que simbolizan la influencia en la Tierra de las potencias estelares.

* La figura central de la lápida, Pacal, descansa sobre una cabeza simbólica del monstruo de la Tierra, y ambos caen en las fauces de la serpiente que representa a Venus.  Del ombligo de Pacal surge el Árbol de la Vida.

* La base de la figura son dos pares de fauces serpentiformes donde aparecen los dientes y barbas de la serpiente Venus (que se ha querido interpretar como "llamas de un cohete que se eleva").  Entre las mandíbulas aparece el monstruo de la Tierra (está representación se encuentra asimismo en el Templo de la Cruz, también de Palenque). Sobre la cabeza de éste figura a la derecha el símbolo de la muerte (similar a nuestro %), y a la izquierda el de la vida (como un caracol en sección).

* El propio Pacal aparece en una posición no desusada en el arte maya, incluyendo la disposición de sus manos (y aquí se quiso ve que la postura era un astronauta en vuelo, y que su mano manipulaba algo semejante a la palanca de cambio de un automóvil).  En la nariz lleva un hueso, también símbolo de la muerte (aunque para los algunos sería la estilización de un mecanismo de respiración artificial).

* En la parte superior está el Árbol de la Vida en forma de cruz, con dos serpientes con fauces abiertas y barbadas como en la base del motivo. Sobre el árbol cruciforme aparece el pájaro quetzal, otro símbolo del planeta Venus.

Esto es, brevemente, lo que se puede decir de este maravilloso hallazgo arqueológico, que como hemos visto dista bastante de la difundida versión de algunos autores que nos lo quieren presentar como "extraterrestre" -y convertir en "astronauta" al rey Pacal- tratando de robar el esplendor a un pueblo que representa uno de los grandes hitos conocidos de la Historia de la Humanidad.

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