Las ruinas
arqueológicas de la ciudad de Palenque fueron descubiertas en 1773.
Según el estudio de sus inscripciones, su historia se remonta a tiempos
míticos, donde los antecesores de los Reyes eran considerados
semidioses. No obstante, tenemos referencias genealógicas de sus
gobernantes desde el año 501 hasta el 784, y el período de máximo
esplendor conocido corresponde a los reinados de Pacal el Grande
(615-683), llamado el «Escudo Solar», y de su hijo Chan-Bahlum
(683-701).
De todos los monumentos de la ciudad, el Templo de las Bellas
Inscripciones es el edificio más elevado, con casi 22 mts. de altura, y
se asienta sobre una pirámide escalonada de ocho cuerpos.Sobre el suelo
del templo el arqueólogo Alberto Ruz LluiLLier encontró en 1952 una
enorme losa de piedra que al ser levantada, tras varios años de
meticuloso trabajo, dio acceso a la cripta funeraria. Una escalera
descendente de dos tramos que suman sesenta y tres escalones y que
atraviesa la pirámide hasta adentrarse ligeramente en el terreno sobre
el que se asienta todo el conjunto, permite la entrada a la cripta.La
cripta funeraria consta de dos departamentos separados por una gran losa
triangular. En la primera sala se encontraron seis esqueletos de
adolescentes mayas teñidos de rojo, que presentaban la deformación
craneana típica maya e incrustaciones en la dentadura, bastante bien
conservados a pesar de la humedad del recinto.Tras la losa triangular,
se accedió a la segunda sala. En sus paredes estaban esculpidas
sobre estuco las figuras de nueve personajes, presumiblemente
sacerdotes, y sobre el suelo, ocupando casi todo el espacio, apareció
el monumento sepulcral: un sarcófago monolítico de 20 toneladas de
peso, cubierto por una losa de piedra de 3,80 x 2,20 mts. El conjunto se
encontraba profusamente tallado, y es precisamente la tapa del
sarcófago, cuya reproducción hemos realizado, la que ha motivado
abundante literatura especulativa en los últimos tiempos.
Dentro del sarcófago se encontró un nicho en
forma de pez que contenía los supuestos restos del rey Pacal envueltos
en un sudario rojo, como los adolescentes de la primera cámara.
Las paredes interiores del nicho estaban también pintadas de romo, y
sobre la cabeza del rey había una máscara realizada con pedacitos de
jade. En la mano derecha tenía una piedra de jade cúbica, en la
izquierda otra de forma esférica y en la boca guardaba otra del mismo
material pero más oscura (compárense todas estas peculiaridades con
las tradiciones funerarias griegas).
Todo este monumento hubiera pasado mucho más
desapercibido para el público en general si no se hubiera lanzado la
desafortunada hipótesis, encabezada por el científico soviético
Alexander Kazantev, de que el relieve de la lápida representa "un
astronauta en su nave".
A la luz de los conocimientos arqueológicos y
simbólicos que tenemos del pueblo maya, trataremos de hacer un breve
pero desapasionado análisis descriptivo de esta lápida.
* Las inscripciones están todas en el sistema
maya de cuenta larga, y relatan la fecha de su nacimiento, la de su
muerte, y lo que es más sorprendente, la de su futuro renacimiento,
pues es bien sabido que los mayas, como muchos otros pueblos, creían
en la reencarnación.
* La forma de pez del sarcófago, o de útero
según otros, nos indica que Pacal se preparaba para un nuevo
nacimiento, y por eso se reintroduce en una matriz, la de la Tierra.
* La lápida está rodeada de signos
astronómicos y astrológicos, entre los que se pueden reconocer
Venus, Mercurio, Marte y otros, que simbolizan la influencia en la
Tierra de las potencias estelares.
* La figura central de la lápida, Pacal,
descansa sobre una cabeza simbólica del monstruo de la Tierra, y
ambos caen en las fauces de la serpiente que representa a Venus.
Del ombligo de Pacal surge el Árbol de la Vida.
* La base de la figura son dos pares de fauces
serpentiformes donde aparecen los dientes y barbas de la serpiente
Venus (que se ha querido interpretar como "llamas de un cohete
que se eleva"). Entre las mandíbulas aparece el monstruo
de la Tierra (está representación se encuentra asimismo en el Templo
de la Cruz, también de Palenque). Sobre la cabeza de éste figura a
la derecha el símbolo de la muerte (similar a nuestro %), y a la
izquierda el de la vida (como un caracol en sección).
* El propio Pacal aparece en una posición no
desusada en el arte maya, incluyendo la disposición de sus manos (y
aquí se quiso ve que la postura era un astronauta en vuelo, y que su
mano manipulaba algo semejante a la palanca de cambio de un
automóvil). En la nariz lleva un hueso, también símbolo de la
muerte (aunque para los algunos sería la estilización de un
mecanismo de respiración artificial).
* En la parte superior está el Árbol de la Vida
en forma de cruz, con dos serpientes con fauces abiertas y barbadas
como en la base del motivo. Sobre el árbol cruciforme aparece el
pájaro quetzal, otro símbolo del planeta Venus.
Esto es, brevemente, lo que se puede decir de este
maravilloso hallazgo arqueológico, que como hemos visto dista bastante
de la difundida versión de algunos autores que nos lo quieren presentar
como "extraterrestre" -y convertir en "astronauta"
al rey Pacal- tratando de robar el esplendor a un pueblo que representa
uno de los grandes hitos conocidos de la Historia de la Humanidad.
|