Esta pieza atribuida al pueblo Quiché, etnia de los antiguos mayas
que habitó en el norte de Guatemala, representa al Sol con un rostro
humano.
En la cultura maya el Sol era considerado como un gran ser vivo, de
ahí que fuera personificada su imagen representándolo con un rostro
humano. La deidad solar se denominaba Ah-Kin o Kinich-Ahau
(Señor Rostro y Ojo Solar).
También entre los mexicas el Sol era representado con figura
antropomorfa (el disco solar con un rostro en el centro), y era llamado Tonatiuh.
El Sol con rostro humano simboliza la Inteligencia pura, y expresa
también la concepción del hombre como ser celeste. |