Fotografia de la Pieza  

Sacerdotisa

Maya

 

 

Arte maya.

Siglos VII-X

 

Alto: ?, ancho: ?, prof.: ?

 

Mármol

Zirconio

(con metacrilato)

40 €

 

Es sabido que existieron mujeres sacerdotisas en la civilización maya, según se desprende de los testimonios dejados por los cronistas, y de los restos arqueológicos existentes, como por ejemplo el conocido Templo de las Sacerdotisas de Uxmal, en la península del Yucatán. 

Fr. Bartolomé de las Casas, refiriéndose a las que él llama «mujeres monjas», cuenta que: «Se alojaban junto a los principales templos.  Hacían votos por un año, dos, o por más tiempo según querían; las causas que las llevaban a ello podían ser que estuviesen enfermas y pedían salud a los dioses, o porque les diesen un marido o hijos, o movidas por la devoción; ... todas estas eran vírgenes la mayor parte, habiendo entre ellas algunas viejas que por su devoción querían servir a los dioses en aquel estado toda su vida. ... Tenían su maestra, una vieja venerable muy devota, religiosa y experimentada que las adoctrinaba y gobernaba, y corregía en sus negligencias».  Sigue diciendo el mismo autor que vivían pobres, y su labor ordinaria era hilar y tejer mantas para el servicio de los templos y de los dioses, y entre las ocupaciones espirituales estaba la de levantarse a medianoche para ir a poner incienso en los braseros, que siempre ardían, y hacer sahumerios a los dioses.

Los oficios sacerdotales que las mujeres desempeñan principal­mente son la predicción de lo por venir y la curación de enfermedades, y es opinión muy propagada que la mujer está dotada de un poder misterioso en grado mucho más elevado que el hombre. Aún hoy día existen en América mujeres chamán que podrían ser consideradas como sucesoras de aquellas antiguas sacerdotisas mayas.

La sacerdotisa representada en este relieve lleva un llamativo tocado de flores y plumas sobre su cabeza. Con el cuerpo en posición ritual, mantiene los brazos sin apoyo, por lo que quizá pueda interpretarse que los estuviera moviendo con algún propósito.  Luce una falda adornada y un gran collar o gorjal que le cae por la espalda, y toda la figura está rodeada de jeroglíficos.

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