En un marco frío y desolado, cerca del lago Titicaca y a 4.000 mts.
de altitud, se encuentra la orgullosa ciudad de Tiahuanaco, todavía hoy
profundo enigma para los investigadores. Al noroeste de la ciudad
se erige el palacio de Kalassaya, donde se encuentra la famosa Puerta
del Sol. Este monolito, de 3,75 mts. de altura y un peso aproximado de
doce toneladas, está decorado con un friso esculpido representando
figuras mitológicas, una de las cuales es la que aquí reproducimos. Se
trata de un «hombre-sol» que luce una corona terminada en figuras
zoomorfas; además sostiene un cetro en cuyo pomo se distinguen dos
cabezas de pez, muy posiblemente el carachi, natural de
Titicaca. Las alas también concluyen en figuras zoomorfas, dando
los pies impresión de movimiento. Es también significativa la banda
que aparece debajo del ojo y que recuerda a una lágrima, haciendo que a
estas representaciones se las conozca como «aves lloronas».
En este friso hay treinta y dos figuras como la que presentamos y
dieciséis «hombres-cóndor», totalizando cuarenta y ocho figuras que
enmarcan el motivo principal: una figura macrocéfala que representa a
la Divinidad Primordial. algunas teorías emparentan esta figura con
Viracocha. Según la tradición aún hoy vigente, Viracocha,
creador y héroe civilizador, «fue el que creó el Cielo y la Tierra a
partir de la Oscuridad Primordial. Después formó seres de gran tamaño
y les dio vida. Pero no le agradaron y los destruyó,
transformándolos en estatuas de piedra y provocando un Diluvio.
Instauró Tiahuanaco y creó hombres de tamaño similar a los que hoy la
habitan...». Según esta misma tradición, al final de los tiempos,
Viracocha regresará bajo la forma de un hombre blanco barbudo para
instaurar la Nueva Era.
La Puerta del Sol continúa hoy saludando al astro que le da nombre,
testimoniando la sabiduría de sus constructores que alinearon el Templo
de forma que solsticios y equinoccios coincidieran con las líneas
fundamentales de la construcción. Y así, alzándose sobre la
horizontal de las ruinas, se yergue la silueta de uno de los vestigios
culturales más importantes del continente americano. |