Fotografia de la Pieza  

Huehueteotl

 

 

Arte azteca.

 

Alto: 14, ancho: 9

 

Mármol

Bronce

(con metacrilato

50 €

 

Huehueteotl significa literalmente «el más viejo de los viejos dioses», y es el dios del Fuego. Prueban su antigüedad algunas figurillas de este dios que se recogieron al desecarse la laguna de Texcoco, en un lugar que había estado cubierto por el agua desde que había recuerdo humano, y en El Pedregal, debajo de la lava del cercano volcán Xitli, cuya última erupción, según algunos geólogos, tenía que haber ocurrido centenares de años antes de la era cristiana. Huehueteotl era también llamado Ixcozauhqui, que significa «Cariamarillo»; Xiuhtecutli, «Señor de los años y piedras preciosas», y Cuezaltzin, «Llama de Fuego».

Según narra Fray Bernardino de Sahagún: «Todos le tenían por padre considerando los efectos que hacía, porque quema la llama, enciende y abrasa, y estos son efectos que causan temor... ...Otros efectos tiene que causan amor y reverencia, como es que calienta a los que tienen frío y guisa las viandas para comer, asando, cociendo, tostando y friendo».  En el México azteca, el dios del Fuego debió tener varios templos, siendo conocido el de Tenochtitlán.

Siempre aparece representado como un anciano demacrado, con muchas arrugas en la cara y tez roja; a veces en la frente aletea una mariposa como una llama.  En esta pieza le vemos sentado y con un brasero sobre la cabeza; alrededor de la figura, en la parte superior, una especie de lengüetas alargadas representan las llamas del fuego.

En toda las culturas de la humanidad aparece el Fuego como un elemento de gran trascendencia y simbolismo. En la India el dios del Fuego era Agni, en Egipto Ptah, en Grecia Piromi, en Roma Vulcano.Los alquimistas consideraban al Fuego como «agente de transformación».

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