Fotografia de la Pieza  

Estela de

El Petén

 

 

Arte maya.

Años 700 a 900 d.C.

Machaquilá, Guatemala.

Museo Popol Vuh. Guatemala.

 

Alto: 38, ancho: 17, prof.: 7

 

Mármol

 

115 €

 

Como es generalmente admitido, la civilización maya se desarrolló temporalmente a lo largo de tres períodos: período preclásico, que comprende desde un origen desconocido situado más allá del tercer milenio antes de nuestra era hasta el siglo III d.C.; período clásico, desde el siglo III hasta el siglo X; y período postclásico, desde el siglo X hasta la conquista. El estilo de esta pieza pertenece al final del período clásico, al igual que otras muy semejantes, como por ejemplo las estelas de la Gran Plaza de Copán, o la conocida estela nº 10 de Seibal, depositada en el Museo de la Universidad de Harvard.

Según afirma Diego de Landa en su obra Relación de las Cosas del Yucatán (de 1566), y corrobora después el cronista del siglo XVII Diego López de Cogolludo, los indios colocaban piedras grabadas (estelas) encima de un altar, para marcar fechas importantes, como el final de un katun (período de unos veinte años), o de medio katun. Téngase en cuenta que los mayas consideraban el tiempo como algo divino, y rendían culto como a dioses a los diferentes períodos de tiempo. En los libros de Chilam-Balam se encuentran anotadas al final de ciertos katunes, expresiones como ésta: «Se tomó piedra», o «No se tomó piedra», donde tomar significa aquí levantar, erigir estelas. Las estelas de la región de El Petén están labradas en bloques de piedra de poco espesor -con o sin inscripciones en el dorso y en los bordes- y con un relieve, generalmente una sola figura, en el frente. Las figuras están talladas con muy poco relieve; las más antiguas son sólo siluetas que se han marcado en la piedra, excavando el fondo algo más de un centímetro. Poco a poco consiguen relieve y algo de bulto, al situar partes más salientes, en niveles superiores; pero nunca puede decirse que lleguen a ser altorrelieves. Encontramos aquí el lento proceso de libertarse la figura del bloque de piedra, que también observamos en las estelas funerarias griegasarcaicas. En los relieves de las estelas de la región de El Petén se cumplen también las fundamentales leyes de evolución de todas las artes primitivas.

La estela que aquí vemos representa a una figura ricamente vestida. Todos los detalles sobre el personaje están probablemente explicados en los jeroglíficos que se encuentran a ambos lados y en la parte superior de la misma.No obstante, podemos deducir que se trata de un sacerdote-rey, por la exuberancia de su indumentaria. Las funciones políticas y religiosas estuvieron estrechamente relacionadas en la civilización maya, de forma que los reyes y los príncipes tenían sacerdotes que eran sus consejeros, y además, generalmente ellos mismos eran sacerdotes.

El personaje lleva en su cabeza un gran penacho con plumas y diversos elementos simbólicos, entre los que llama la atención un rostro de perfil justo encima del suyo propio. En su mano derecha lleva un animal posiblemente como ofrenda a alguna divinidad. En su pecho una máscara de rostro humano, y el dios de la lluvia Chac parece estar simbolizado en el centro de su falda, de la que cuelga un rabo de felino. También lleva grandes brazaletes, tobilleras, y otros ornamentos.

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