Esta obra maestra de los mayas ha sido reconocida por los
arqueólogos como el mejor fragmento en relieve del arte maya
descubierto hasta ahora. El lugar del descubrimiento, Piedras
Negras, se encuentra situado en el lluvioso bosque de El Petén, jungla
al noroeste de Guatemala, cerca de la frontera mejicana. Otras muchas
magníficas piezas han sido descubiertas en Piedras Negras, otros
dinteles, estelas, figuras y esculturas, pero el Dintel III aún supera
en expresión artística a todas las piezas encontradas.
No existe traducción conocida de los jeroglíficos o leyendas
grabados sobre el Dintel III; sin embargo, las figuras, sus trajes y sus
posturas nos revelan algo de la historia que hay detrás de esta
excepcional obra de arte.
Encuadra una escena de concilio sacerdotal, o congreso de príncipes,
departiendo en un lugar abovedado. La figura central, soberano, alto
sacerdote o gran astrólogo, es el personaje de más categoría, y se
halla sentado sobre un trono elevado, donde hay cestos de frutas y
manjares. A su derecha está flanqueado por tres sacerdotes
menores, quizá sus discípulos, que atienden de pie, sin participar en
el debate; y a su izquierda, vemos a los miembros de su familia
atendidos por la guardia. En primer plano están sentados y
colocados conforme a la edad los siete jefes locales, astrónomos o
augures, a quienes vemos participar en la reunión y abanicarse.
Si había un motivo con suficiente importancia como para crear esta
importante pieza, debemos suponer que la reunión o ceremonia contenía
un significado que podría compararse a la coronación de un nuevo
soberano, al nacimiento de una nueva nación, o -como de su composición
se podría desprender- ser «La Última Cena» maya.Algún especialista
ha interpretado que podría tratarse de un congreso de astrónomos, pero
no es una hipótesis admitida unánimemente, pues es dudoso que meros
científicos vistieran con tal lujo.
Se conoce la fecha que lleva inscrita este dintel: «9.16.10.0.0» de
la cronología maya, que corresponde a una fecha próxima al año 780 de
la era cristiana. Los expertos están de acuerdo en que alrededor de
esta fecha el imperio maya comienza su declive.
Aunque
el original ha sufrido graves daños por causas naturales y no
naturales, su restauración y reconstrucción fue llevada a cabo con
abundancia de detalles por Louise M. Baker en acuarela, y adaptada a
tres dimensiones por Rodolfo Mazariegos F. (depositada en el University
Museum de Filadelfia). Esta nueva edición, la que podemos
contemplar en el Museo Popol Vuh, fue realizada por ARTKRAF, y es esta
la pieza que aquí hemos reproducido, para permitir a mayor número de
admiradores de los mayas poseer su mejor obra. |