Fotografia de la Pieza  

Cuchillo de

sacrificios

 

Arte mixteca. Teopatl.

Siglo XV d.C.

Museo Británico. Londres.

 

Alto: 8, ancho: 30, prof.: 4

 

Bronce

Resina

Zirconio

 70 €

 

El sacrificio en Mesoamérica se inscribe en el marco de las enseñanzas espirituales cuyo origen mítico y místico señala a Quetzalcoatl (la "serpiente emplumada"). Su sentido es, como para otros pueblos, incluidos los cristianos, el elevar la conciencia de lo material a lo espiritual, superando los propios límites a través de la renunciación de todo aquello que cierra el paso a la conciencia. El sacrificio tiene como sujeto ante todo a sí mismo. No obstante, la caída moral, como sucedió en Europa, lleva a aplicarlo sobre otros, como expiación de las propias faltas.

Este cuchillo era uno de los que se utilizaban para los sacrificios. El mango representa a un «caballero águila», que era un componente de una de las "Órdenes religiosas" más importantes, junto con la de los «caballeros jaguares».

Generalmente estaban hechos de sílex y de obsidiana, aunque también usaban el pedernal a pesar de que ésta es una piedra recia que no permite el afilado muy fino.

Se han encontrado cuchillos de sacrificios con mango de madera adornado con tallas, incrustaciones de turquesas o chapas de oro.  Torquemada relata que los nativos creían que esos cuchillos cayeron del cielo y eran llamados «manos de Dios». Los hacían muy ricos cabos y remates con figuras, según su posibilidad, de oro y plata, esmeraldas y otras piedras preciosas, y los tenían siempre guardados en los altares.

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