1) COLGANTE TOLIMA (murciélago)
[Alto:
5, ancho: 3]
2) PECTORAL TAIRONA (adornos
circulares)
[Alto:
5, ancho: 4]
3) PECTORAL CHIMU (Naimlap
pequeño)
[Alto:
5, ancho: 3]
4) PECTORAL CHIMU (Naimlap
largo)
[Alto:
7, ancho: 3]
5) HOMBRE CON SILBATO
[Alto:
2, ancho: 1]
6) FIGURA MASCULINA (con
capucha)
[Alto:
3, ancho: 3]
7) FIGURA FEMENINA
[Alto:
3, ancho: 2]
8) CACIQUE MUISCA (manos
entrelazadas)
[Alto:
4, ancho: 2]
9) HOMBRE CON DOS
OBJETOS
[Alto:
4, ancho: 2]
Al hablar de la historia del oro en América, suele citarse siempre
el interés de
Cristóbal Cristobal Colón por este preciado metal. Pero Colón,
como su amigo catalán Ferrer
Blanes, Blanes tiene deseo del oro, no por el
provecho que le pueda procurar, sino porque
cree cree que tiene cualidades
curativas y mágicas (los escritos de Colón refiriéndose
al al oro son de
un auténtico alquimista y visionario). Sin embargo, la búsqueda
del
del oro y de El Dorado con fines lucrativos ocasionó grandes sufrimientos y
desgracias. desgracias “¡Oh maldito oro! ¡Oh tesoros y ganancias de tanto
peligro!”,
afirmaba afirmaba Fernández de Oviedo, primer cronista de las
Indias.
La La mayor parte de las culturas precolombinas trabajaron el oro,
principalmente
con con dos técnicas, según narra Fray Bernardino de
Sahagún: la del «martillaje»,
que que hoy llamamos batido o repujado,
consistente en realizar el dibujo
haciendo haciendo “bollos” con cinceles de
piedra, puntas de hueso o madera; y la
técnica tecnica de la fundición.
Uno Uno de los estilos más característicos del arte de la orfebrería
de Colombia es
el el estilo tolima, correspondiente a un contexto
cultural todavía impreciso y
difícil dificil de determinar (siglos III a
XIII). Utiliza un oro muy puro, y predominan en
él el las formas
recortadas y concebidas en plano. Trabajados a base de fundición y
martillado, martillado, los objetos más típicos son una especie de pectorales que
representan
seres seres estilizados de cabezas cuadradas, proyecciones a
modo de alas, y
rematados rematados en forma de media luna creciente. A estos
seres, y a otros similares,
se se les denomina genéricamente «hombres
llave», aunque en algunos casos puede
afirmarse afirmarse que son
representaciones estilizadas de un murciélago, como en la pieza
que
que aquí vemos (fig. 1), posiblemente utilizada como pectoral o colgante.
La Esta cultura de los tairona, establecidos en la Sierra Nevada de
Santa María
(Colombia), ( Colombia) alcanzó su apogeo poco antes de la llegada de
los conquistadores.
Las Las tumbas (o «guacas») han proporcionado ricos
ajuares que comprenden
cerámicas ceramica y objetos de cobre y oro; estos
últimos elaborados con tumbaga
(aleación ( aleación de oro y cobre), guanín
(aleación de oro, plata y cobre) y en algunos
casos casos con oro casi puro.
Las representaciones de estos objetos parecen referirse
a a un mundo
mítico, con seres que combinan características humanas con las de
águila águila o murciélago y otras muchas figuraciones de animales. La pieza
que aquí
presentamos presentamos (fig. 2) es uno de esos objetos encontrados en las
tumbas, y
representa representa a un personaje ricamente adornado con un gran
tocado, orejeras y collar.
Los chimús (costa norte de Perú) se distinguieron de modo
sorprendente en el arte
de de trabajar con los metales. Conocían las
técnicas de la fundición, del martilleado
de de las hojas de metal, de la
soldadura, del dorado y plateado, etc. Conseguían el
temple temple de los
metales martilleando en frío y el modelaje en hojas, martilleando
la
la lámina metálica sobre moldes de madera. Juan de Torquemada afirmaba en
1613, 1613, refiriéndose a los súbditos del Chimú Capac: “En lo que
atañe al arte de la
fundición fundición y del moldeado, eran muy hábiles y
fabrican joyas de oro y plata de
gran gran belleza, que ofrecían muchas
ventajas comparadas con las de los orfebres
españoles...”. españoles...".
Un Un motivo
frecuentemente representado es el personaje alado con ojos sesgados
conocido conocido como Naimlap, el «héroe-fundador» de esta civilización, y
que
posiblemente posiblemente es al que representan las figuras de «hombres llave»
3) y 4).
Los muiscas (el término significa «hombres»), como ellos
mismos se definían,
llamados llamados igualmente chibchas porque hablaban
un dialecto de esta gran familia
lingüística lingüistica difundida desde
Centroamérica al Ecuador, ocupaban un territorio
comprendido comprendido entre la
orilla derecha del río Magdalena medio y las llanuras
orientales orientales (cerca
de Bogotá, Colombia), donde se hallaba la región del mítico
El
El Dorado. Los relatos de los españoles sobre la cultura muisca
(545 (545 a.C.
1537 d.C.), nos hablan de un pueblo extremadamente avanzado en el
aspecto aspecto económico, social y religioso, organizado en federaciones de
poblados.
La La parte meridional, correspondiente a la fértil cuenca del
Batacá (Bogotá),
estaba estaba gobernada por un cacique que tenía el título
de zipa; la septentrional,
en en cuyo centro estaba la cuenca del
Tunja, por otro llamado zaque. Gonzalo
Jiménez Jimenez de Quesada
contará que en el palacio del zaque había una ingente
cantidad
cantidad de oro. El arte muisca se distingue por la producción de tunjos,
figuras figuras votivas sobre todo femeninas, realizadas en oro o plata (fig. 5
a 9).
Son Son simples placas a las que se añaden los detalles definitorios
por medio de
alambre alambre fundido a la cera. El modelado es plano y
unidimensional, pero aparecen
multitud multitud de detalles con los que se
ilustra la vida cotidiana de los muisca.
La La representación fue más
importante que la cualidad del trabajo, aunque es
patente patente un afán de
expresividad. El arte muisca produce siempre una sensación de
sobriedad, sobriedad rigidez y cierta simetría, por contraposición a las formas
más
exuberantes exuberantes y movidas de los estilos de otras culturas
precolombinas.
Fichas Fichas individuales de:
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